Los “asaltabares” con otros modos de operar, distintos al uso de tapas de registro para el forzamiento, siguen actuando. Esta semana se han detectado, cuando menos, un par de robos con fuerza en sendos establecimientos de hostelería. Uno de ellos lo perpetraron varios tipos en el bar La Flor, en el barrio de La Maurina, la noche del lunes al martes. Se sospecha que fueron cuatro los delincuentes que asaltaron el local, situado en la calle de Dom Bosco, tras arrancar de cuajo la reja de una ventana. Una vez dentro, fueron a por lo que van casi todos los delincuentes especializados en este tipo de allanamientos: a por las máquinas recreativas. Reventaron las dos de que dispone el local, y sustrajeron el dinero que contenían. Francisco, el responsable del bar, supo del robo con fuerza cuando llegó a su negocio, el martes a las 7.30 de la mañana. Luego trascendió que unos vecinos habían percibido ruidos, acaso los causados por los asaltantes, a eso de las 4.30 de la madrugada. Otro bar, Cal Toni, radicado en el Parc de Vallparadís, en Can Palet, fue objeto de robo el miércoles. Amparados en la noche, unos delincuentes forzaron una puerta corredera del establecimiento. Se hicieron con un botín de unos 230 euros de la caja y con diez botellas de whisky y de ginebra.
