Asunta, la niña de 12 años hallada muerta el 22 de septiembre de 2013 en una pista forestal de Teo (A Coruña), ingirió “al menos” 27 pastillas de Lorazepam, un ansiolítico, el día en el que murió, que fue la jornada anterior, el 21 de ese mes, según han contado hoy en el juicio dos especialistas.
Se trata de Ana María Bermejo y María Jesús Tabernero, adscritas al Instituto de Ciencias Forenses de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), que se ocuparon del análisis toxicológico de la sangre, orina y contenido gástrico en el caso de esta menor, que fue asesinada.
Han remarcado que la pequeña sufrió “una intoxicación” de esa sustancia “sin duda”, la cual pudo haber consumido “antes o después de la comida”, que compartió con sus padres, el periodista Alfonso Basterra y la abogada Rosario Porto, los únicos acusados de su trágico desenlace.
El menú lo preparó él, pero en los alimentos no se hallaron tóxicos, han desvelado estas expertas.
Otra compareciente en esta vista oral, Concepción de la Calle, del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) y participante en el levantamiento del cadáver, ha relatado que fue muy duro y que el cuerpo estaba “frío” y con “signos de arrastre”, dado que la ropa de Asunta estaba desplazada hacia arriba.
Ha subrayado que se sopesó la agresión sexual en ese momento.
A Rosario Porto se la ha visto hoy bastante más nerviosa que en otras jornadas previas de esta vista oral y, como el juicio ha entrado en una fase clave, la de las pruebas periciales, pues se ha incrementado la expectación mediática.
Los padres de Asunta están internos en el penal coruñés de Teixeiro desde hace más de dos años. Adoptaron a la niña siendo un bebé.