Terrassa

Festival de Sitges: Nuevos apóstoles y chicas muy malas

Dios vive en Bruselas y es todo menos piadoso. Bajo esta premisa construye el cineasta belga Jaco Van Dormael esa maravilla titulada "Le tout nouveau testament", una bellísima fábula moderna en que EA, la hija de ese Dios rencoroso escapa de casa a través de una lavadora que no es una lavadora para encontrar sus propios apóstoles tras haberse vengado de su progenitor mandando un sms a todos los humanos donde se les informa de la fecha de su muerte. Lo que en manos de cualquier otro resultaría ridículo, con Van Forma  se convierte en un cuento dulce, de bellísimas imágenes poéticas y visuales e hilarantes chistes. Con un estupendo Benoit Poelvoorde al frente del reparto, el belga consigue que la gran Catherine Deneuve acabe engañando a su marido con un gorila.

Y es que el tradicional Festival de Cine de Sitges no vive sólo de la sangre y las vísceras (que también), sino especialmente de ese entramado de nebulosa que une géneros y explora hasta el límite la psique humana en un sitio y un lugar en que el cine fantástico ha dejado de ser territorio exclusivo de chupasangres y demás criaturas ochenteras.

Dolor y muerte

Si Van Dormael explora en su película el tema del cristianismo desde un punto de vista alternativo, el norteamericano Eli Roth ("Hostel" y "Green Inferno") nos ofrece una nueva vuelta de tuerca a su imaginería cinematográfica preferida centrada en la redención a través del dolor y la muerte. Firma en "Toc,toc" un inquietante thriller en que el respetable arquitecto que interpreta Keanu Reeves se verá asaltado en su lujosa casa por dos chicas muy, muy malas, la hispano-cubana Ana de Armas y la chilena Lorenza Izzo, esposa de Roth en la vida real. Lo seducen primero para intentar castigarlo a continuación con sus cuestionables artimañas. La cinta hará las delicias de los amantes del gore más extremo, no exento de los apreciables toques de terror habituales del discípulo de Tarantino.

Sitges, que reunió el pasado sábado a más de tres mil personas en la ya clásica Zombie Walk, no ha hecho más que empezar. Muchos fueron los aficionados al género y al cine en general que se acercaron ayer a la localidad suburense aprovechando la festividad de lunes para llenar de pasión y gritos las cuatro salas de proyección. Entre las presencias destacadas cabe nombrar al dos veces oscarizado cineasta Oliver Stone, que abarrotó el domingo la SalaTramuntana con una extensa e interesantísima "masterclass" en la que repasó su brillante carrera. Y es que, no sólo hay sangre en Sitges. Hay, fundamentalmente, mucho y, a veces, buen cine.

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