Terrassa

Un estudio pionero persigue evitar el exceso de ruido en la Plaça Vella

El servicio de calidad ambiental del Ayuntamiento de Terrassa persigue la cuadratura del círculo, conseguir evitar las molestias que generan a los vecinos los conciertos musicales al aire libre reduciendo los decibelios y mejorando la calidad del sonido.
Para ello ha encargado un estudio piloto que radiografiará el mapa del ruido en la Plaça Vella, el espacio más solicitado para la celebración de actividades y el que registra una agenda más apretada de conciertos musicales.
A partir de este mes y hasta final de año, la ingeniería Strenghths Bussines Enginyering llevará a cabo un estudio de modelización de la Plaça Vella, una simulación por ordenador que reproducirá la fisonomía del recinto en 3D, situando todos los elementos claves de un concierto y estudiando las alternativas para optimizar la circulación de la música por el espacio público.

Sobre la mesa del Ayuntamiento ya hay una propuesta. “La idea -explica Josep Latorre, responsable de calidad ambiental de la concejalía de Medio Ambiente-pasa por sustituir los grandes altavoces que habitualmente acompañan los recitales al pie del escenario, por otros que emitirán menor potencia de sonido y que se situarán en distintos puntos del concierto, aumentando la calidad del sonido en todo el entorno del recital”. Direccionando adecuadamente esos altavoces, hacia el público y de espaldas a los edificios, se logra minimozar impacto acústico a los vecinos, comenta Latorre.

Asesorados por profesionales del sector, los técnicos municipales ya han comprobado que instalando limitadores de sonido en los equipos de los conciertos, la música no pierde calidad. Esa certeza ha permitido poner en marcha el estudio de la Plaça Vella, que tiene un presupuesto de 4,133,36 euros que financia la Diputació de Barcelona.

El objetivo municipal es lograr que en los conciertos musicales el sonido en todo el entorno con público se sitúe entre los 85 y los 95 decibelios, 100 como máximo, mientras que a un metro de las fachadas se sitúe en la franja entre los 60 y 65 decibelios. La percepción sería mucho menor en el interior de los edificios, aunque variará en función de las calidades de la construcción o los sistemas de aislamiento. Los altavoces pueden incluso ir acompañados de pequeñas pantallas acústicas que ayudan a orientar el sonido en una sola dirección,

Los equipos de música de un concierto de mediano formato, como los que acoge la Plaça Vella, emiten sonido en torno a los 110 decibelios. Ese es el volumen que percibe un espectador situado junto a los bafles del escenario de la catedral, donde la percepción es atronadora y dista mucho de la calidad que persiguen los músicos.
En el otro extremo de la plaza, frente al estanco, la música de ese mismo recital llega a unos insuficientes 70 decibelios. La conclusión es que sólo los espectadores situados a unos 20 metros del escenario disfrutan de recital en condiciones óptimas, a unos 80-90 decibelios.

Dos modelos
La modelización sonora permitirá radiografiar al milímetro la principal plaza de la ciudad y la más concurrida, además de modelizar las dos realidades musicales que acoge el recinto: conciertos de mediano formato frente a la catedral y de pequeño formato junto a la calle Cremat.

Si el proyecto cuaja, el Ayuntamiento de Terrassa será pionero en la sonorización sostenible de los conciertos al aire libre y podrá exportar el modelo a otras ciudades del entorno metropolitano que también buscan soluciones para frenar las quejas de los vecinos el tras los recitales al aire libre.
“Nuestra intención es poder aplicar el nuevo modelo el próximo año, si es posible por Festa Major, y si no en 2017”, explica Josep Latorre. El proyecto se enmarca en el Pla de Reducció del Soroll aprobado el pasado mes de junio, que insta a adoptar medidas correctoras para minimizar el impacto acústico que generan los actos festivos y de interés general en la calle. El área municipal de Via Pública es la que ha instado a Medio Ambiente a realizar el estudio por las quejas que acompañan algunos conciertos.
Si el proyecto de Strenghths Bussines Enginyering confirma la viabilidad técnica del modelo de sonorización, a la Plaça Vella se sumarían la Plaça Nova, la plaza del Progrés y numerosas plazas en los barrios de la ciudad.

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