El ministro español de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, destacó hoy el “crecimiento diferencial” de la economía española en un momento de “mediocre” expansión global, y su resistencia ante la desaceleración de los mercados emergentes.
“La economía de España es el ejemplo de cómo hemos dado la vuelta a una situación muy difícil. En 2012 el ejercicio de alerta del Fondo se centró en España, y mire cómo está la situación ahora”, explicó De Guindos a los periodistas al término de su participación en la Asamblea Anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), que tuvo lugar esta semana en Lima.
Las últimas previsiones del organismo dirigido por Christine Lagarde sitúan a España a la cabeza del crecimiento en la zona euro, con un 3,1 % previsto para 2015 y un 2,5 % para el próximo año, el doble de la zona euro, que lo hará un 1,5 % este año y un 1,6 % el próximo.
De Guindos recalcó que hay “elementos específicos” del “crecimiento diferencial” de España, como son la “competitividad” de la economía, consecuencia de la reforma laboral; y la “recuperación” del flujo financiero para los hogares, gracias al saneamiento del sistema bancario
“Nuestras exportaciones, a pesar del parón internacional, están creciendo al 6 %”, indicó.
Son “factores” peculiares de España que “van más allá”, dijo, de los que “nos afectan a todos” en la zona euro como los bajos precios del petróleo, el estímulo monetario del Banco Central Europeo (BCE) y el tipo de cambio del euro.
Especialmente si se los compara con el crecimiento “mediocre” de la zona euro, de la que afirmó “no es ya un freno para la economía mundial”, pero tampoco contribuye “lo que debería”.
Asimismo, salió al paso de las dudas planteadas por el Fondo, que en uno de sus informes alertaba sobre la vulnerabilidad financiera de los mercados emergentes en un contexto de inminentes subida de tipos en EEUU y salida de flujos de capital de esos países.
Para De Guindos, los dos grandes bancos españoles internacionales, el BBVA y el Santander, con amplia presencia en la región latinoamericana, son solventes y están “bien capitalizados”.
Según los datos del Fondo, América Latina cerrará este año con una recesión del 0,3 %, arrastrada por la aguda contracción de Brasil, que lo hará un 3 %, la primera economía regional y donde ambos bancos tienen presencia
“Están diversificados geográficamente, y eso es bueno, la dispersión del riesgo es un factor positivo (…) A lo largo del ciclo, claro, siempre se pasa por situaciones mejores y peores, pero lo que hacen estas diversificaciones es elevar el valor, y los hace más resistentes”, aseguró el ministro, sobre las dos entidades bancarias.
En general, también se mostró “más optimista sobre la desaceleración, que no crisis” de los emergentes, dada “la mayor estabilidad macroeconómica, más acuerdos de coordinación internacional, e incluso herramientas del propio FMI”.
“Es un bache transitorio que se supera”, recalcó, pese a reconocer que hay casos individuales más complejos como el de Brasil o Turquía.
Incluso la ralentización de China, que “realmente es una transición” hacia un cambio de modelo, “será positiva”, apuntó, para reequilibrar una economía hasta ahora muy enfocada en las exportaciones.
Precisamente, De Guindos sostuvo una reunión bilateral con su homólogo chino, Lou Jiwei, cuyo país acogerá la presidencia rotatoria del G20 el próximo año.
La Asamblea Anual del FMI y el BM de Lima que cerró este fin de semana, con la presencia de representantes de sus 188 países miembros, supuso el regreso de las instituciones a la región casi cinco décadas después.