Las leyes antitabaco que se han aplicado en España desde 2006 han permitido reducir en un 90% la exposición al humo de las personas no fumadoras. Así se desprende del estudio elaborado en 2014 por investigadores de la Unidad de Control del Tabaco del Instituto Catalán de Oncología (ICO) y el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell). Los investigadores midieron la concentración de cotinina, que es una sustancia derivada de la nicotina que se utiliza como marcador de la exposición al humo del tabaco en no fumadores, y comprobaron que la concentración de esta sustancia se había reducido en un 90% entre 2004 y 2012.
Los investigadores no detectaron grandes diferencias por sexo, edad o nivel de estudios en las concentraciones de cotinina en saliva, pero sí se apreciaron diferencias importantes en la percepción que los no fumadores tienen de su exposición al tabaco en determinados espacios antes y después de la entrada en vigor de las leyes.
La percepción de estar expuestos al humo del tabaco en su tiempo libre ha disminuido un 36,5% entre los no fumadores, un porcentaje esperable, teniendo en cuenta que la segunda ley prohibe fumar en bares, restaurantes y locales similares cerrados, según la autora del trabajo e investigadora del ICo-Idibell, Xisca Sureda.
Ámbito privado
El jefe de la unidad de control del Tabaco del ICO-Idibell, Esteve Fernández, aseguró que “lo más sorprendente es que en casa esta percepción también ha disminuido un 15%” y consideró que “esto indica que los fumadores que no pueden fumar en lugares públicos también han restringido el tabaco en el ámbito privado, han tomado conciencia y han decidido no fumar dentro de casa, como ya se intuía en algunos estudios en otros países”. Globalmente, la percepción de exposición al tabaco entre los no fumadores ha descendido un 25 %. La exposición al humo del tabaco en no fumadores se asocia a diversos efectos adversos para la salud y se calcula que el año 2004 fue responsable de 379.000 muertes por enfermedad cardiaca isquémica, 21.400 muertes por cáncer de pulmón, 165.000 muertes por infecciones respiratorias y 36.900 por asma en todo el mundo. En España 1.228 muertes por cáncer de pulmón y 3.237 por enfermedad cardíaca isquémica se atribuyen cada año a la exposición al humo del tabaco de los no fumadores.