El campus de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) en Terrassa ha iniciado la cuenta atrás para que las dos escuelas de ingeniería en los estudios de industrial, aeronáutica y audiovisuales (EET y Etseiat) sean un centro único en el próximo curso 2016-17. En estos momentos, la propuesta para la creación de la nueva escuela está pendiente de ser aprobada por el Govern de la Generalitat, según avanzó el rector de la UPC, Enric Fossas.
Según el documento del consejo de gobierno de la universidad, el nuevo centro, que toma el nombre de Escola Superior d’Enginyeries Industrials, Aeroespacial i Audiovisual de Terrassa (Eseiaat), se perfila como una gran escuela universitaria, resultado de sumar toda la actividad docente e investigadora y de servicios de la Escola d’Enginyeria de Terrassa (EET) y la Escola Tècnica Superior d’Enginyeries Industrial i Aeronàutica (Etseiat). El rectorado ha apostado por aunar y no restar alegando en su informe que las dos escuelas de Terrassa son un “modelo de éxito” y acredita esta consideración con amplios informes que avalan sus trayectorias centenarias.
Así, la nueva Eseiaat mantendrá toda la oferta de titulaciones que ahora imparte la EET y la Etseiat, tanto por lo que se refiere a grados (diez en total) como doctorados y másters; y conservará también todos los grupos de investigación (más de treinta) que trabajan en los difentes ámbitos. Si que implantará una unidad técnica de gestión (UTG) para los servicios administrativos y para dar apoyo a la docencia y a la investigación.
Hoja de ruta
El calendario en el que trabaja la UPC es que la Generalitat apruebe la propuesta de creación del nuevo centro en las próximas semanas y antes de que se constituya el nuevo Govern tras las elecciones del 27-S. Una vez superado este trámite, se abrirá un periodo de transición en el que se dará forma al reglamento de la nueva escuela y en paralelo se reordenarán todos los aspectos de funcionamiento de las dos escuelas actuales para su fusión en una sola.
El rector de la UPC ha encargado esta tarea a un equipo formado por quince académicos procedentes de los equipos directivos de las dos escuelas y que estará encabezado por los actuales directores, Xavier Cañavate, de la EET y Miguel Mudarra, de la Etseiat. Por debajo habrá nueve subdirectores y tres delegados y un secretario/secretaria. El equipo deberá trabajar por áreas y definir sus objetivos. Inicialmente se proponen tres apartados que son el académico; promoción, empresas, investigación e internacionalización; y planificación estratégica y calidad.
La idea es que este trabajo, que ya se viene realizando hace meses para ir avanzando, esté finalizado este curso. Si fuera así, el rectorado realizará después las aprobaciones de los documentos necesarios y convocará elecciones para elegir al director de la nueva escuela que será, de entrada, una de las de mayor peso de toda la Politècnica de Catalunya. El director de la Etseiat, Miguel Mudarra, que liderará este proceso junto con el director de la EET, Xavier Cañavate, se mostró ayer ilusionado por el nuevo reto que afronta el campus de la UPC en Terrassa. “La fusión de las dos escuelas en una sola supone ganar en todos los aspectos porque sumamos todo nuestro potencial. Sumanos titulaciones, profesores e investigadores, recursos, personal de administración y servicios… Y esto debe dar como resultado una escuela que gane en presencia en el territorio y fuera del mismo”. Para Mudarra, la nueva escuela, con el conjunto de su oferta, será aún mucho más atractiva para el alumnado. “Los estudiantes que escojan este centro, que ya son muchísimos, tendrán a su alcance una gran variedad de titulaciones mediante las que podrán diseñar su propio itinerario en grado, masters y doctorados”. El director de la Etseiat está convencido también de que esta suma de sinergias en un nuevo centro será más beneficioso para las empresas. “Una sola escuela simplificará las cosas. Habrá una ventana única por lo que será más eficiente para las empresas a la hora de colaborar, de firmar convenios de cooperación y proyectos de investigación conjuntos.”
Diez años atrás
La fusión de las dos escuelas de ingeniería industrial y aeronáutica de Terrassa se ha gestado y puesto en práctica en el mandato del rector Enric Fossas pero no es un tema nuevo. La idea surgió hace unos diez años con el rector era Josep Ferrer Llop (2002-2006) y la mantuvo su sucesor, Antoni Giró (2006-2013). Con Giró se aceleró por la presión que había para reducir el déficit que pesaba sobre su universidad pero de nuevo se aplazó porque era más urgente la reforma de las titulaciones para adaptarse al Espacio Europeo de la Educación Supeior (EEES, que entró en vigor entre 2010 y 2012. Mudarra valoró este recorrido. “Fusionar dos escuelas de esta dimensión es complejo por lo que ha habido etapas de todo en función de cada equipo y sensibilidad”. Para el director, el momento es propicio. “Las cosas han cambiado. A lo largo de este tiempo cada vez hemos compartido más cosas entre escuelas y hemos entrado en paralelo en un contexto nuevo que es el de los grados y el fin de los técnicos y superiores. Sumar es ganar”, reiteró.