La compañía Schlegel Taliana mantendrá una parte de su actividad en Terrassa y reducirá a la mitad los despidos directos anunciados en septiembre. La empresa adujo motivos económicos para plantear el pasado mes el cierre de su factoría situada en Santa Margarida y para la presentación de un ERE que preveía la rescisión de contratos a sus 76 trabajadores. Sin embargo, finalmente la dirección y los sindicatos han llegado a un acuerdo menos “traumático” para el empleo tras un periodo de arduas negociaciones que han contemplado hasta una decena de reuniones, algunas de ellas maratonianas.
Así, seguirán trabajando en la fábrica egarense veinte empleados durante un periodo mínimo de un año. Del resto, doce serán prejubilados, y se han propuesto siete traslados a la factoría del grupo Schlegel en Inglaterra. Los despedidos serán, finalmente, alrededor de 37. Esta cifra, sin embargo, podría aumentar en función de las personas que acepten o no marcharse a Inglaterra. Este acuerdo fue ratificado por la plantilla el pasado martes por la mañana; por la tarde, se acabó de pulir el texto y se procedió a la firma.
Schlegel mantendrá en la planta que tiene en Terrassa desde 1970 una “parte” reducida de su producción, además del área comercial y de atención al cliente. La empresa se dedica a la fabricación de soluciones de estanqueidad para la carpintería de aluminio, madera y PVC para sectores como la construcción, el mueble y el automóvil.
Compensaciones económicas
Según explicó a Diari de Terrassa Jordi Arnaiz, responsable de Industria de CCOO del Vallès Occidental y de Catalunya Central, los trabajadores despedidos cobrarán de indemnización 33 días por año trabajado con un tope de veinticuatro mensualidades, además de una paga lineal de 425 euros por cada año de antigüedad. A los prejubilados, añade, se les garantiza el cobro de todo del salario, más un 1% de revalorización anual, y el 85% de la pensión una vez que se jubilen. La media de edad de los trabajadores que serán despedidos progresivamente hasta finales de año supera los 40 años. Una empresa especializada en recolocaciones trabajará con este colectivo para reinsertarlos en el mercado laboral, comenta Arnaiz. Este sindicalista resaltó del acuerdo que “hemos sido capaces de mantener la factoría abierta con actividad, y además, las condiciones de salida de los trabajadores son bastante aceptables”. Esas condiciones se mantendrán para los empleados que acepten ir a Inglaterra y decidan regresar. Asimismo, serán el punto de partida, dice Arnaiz, para futuras negociaciones, si se da el caso, para los trabajadores que se quedan ese año inicialmente pactado. “Todo dependerá de la apuesta de la empresa por dotar de carga de trabajo a esta factoría”, añade Arnaiz, que asegura que estamos ante una “deslocalización “pura y dura”.