La revista Adiós Cultural ha hecho públicos los ganadores del Concurso de Cementerios 2015, en el que el complejo de Terrassa ha quedado segundo, con 1.137 votos, 974 menos que el ganador, el cementerio de Montánchez. La candidatura egarense se situó como una de las tres con más posibilidades de hacerse con el galardón, pocos días antes de conocerse el resultado. Del camposanto terrassense se destacó que es un complejo “muy completo, casi único en España que combina en un mismo recinto tradición y modernidad” y todos los servicios funerarios necesarios. Bien comunicado por el transporte público municipal, dispone además de un gran aparcamiento. También se tuvo en cuenta que es un espacio “único en su diseño, moderno, adaptado a su tiempo, y con una historia relacionada con la ciudad, que lo hace singular y con un valor muy interesante dentro de los cementerios de España”.
Montánchez
El ganador fue el cementerio de Montánchez situado en Cáceres, del que se ha destacado su “belleza especial”, así como “su carácter excepcional”, sus “impresionantes vistas” y su situación, a más de 700 metros de altura, en la Sierra de Montánchez. El camposanto, cuyo origen se remonta a 1810, está situado en la ladera de un escarpado risco, coronado por un castillo de origen árabe. El premio en esta categoría es de 3.000 euros.Además, la revista ha otorgado otros cuatro premios. En la categoría de Mejor monumento Arquitectónico ha salido ganador el cementerio de San Froilán de Lugo; en la de Mejor escultura se galardonó una pieza del complejo de La Carriona de Avilés, en Asturias; y en el apartado de Mejor historia documentada, el reconocimiento máximo fue para el cementerio granadino de San José.
Destaca que el cementerio de Roques Blanques, en Barcelona, resultó ganador en el apartado de Mejor iniciativa medioambiental. En este caso el galardón ha sido concedido por un jurado especial presidido por Joaquin Araújo. La superficie de la finca Can Tintorer, donde se encuentra el cementerio, es de 50 hectáreas, de las cuales ha sido ocupado aproximadamente el 30%. El proyecto inicial, a cargo de los arquitectos Batlle i Roig, es modélico con respecto a la concepción y ha recibido varios premios a su calidad y por su protección al medio ambiente. Este espacio ha recibido una dotación de 2.000 euros.
Casi once mil votos
Los votos emitidos han sido de 10.578. Además de España, se han recibido votaciones de distintos países como Portugal, Francia, Italia, Alemania, Suiza, Reino Unido, Argentina, México y Hong Kong, entre otros. La organización del concurso ha anunciado a todos los participantes, hayan sido o no elegidos para la fase final, que serán incluidos en la ‘Guía cultural y turística de cementerios españoles’, recomendados por la Revista Adiós Cultural.
El arquitecto Melcior Vinyals construyó el cementerio con la idea de que fuera un gran jardín, creando un recinto espacioso, suprimiendo las verjas de separación entre tumbas y dando mucha importancia al ajardinamiento. La planta original es la misma que la de una catedral gótica, donde la nave principal es el camino que sube a la capilla que está situada donde estaría el sagrario. Se está preservando y potenciando la idea original de Vinyals para que esta percepción de jardín llegue a la ciudadanía, convirtiendo el cementerio en un parque de la memoria donde los terrassenses pueden ir a pasear cuando lo deseen. La parte oeste del cementerio es la zona que se construyó primero y es un fiel reflejo de la dualidad de la sociedad terrassense de principios del siglo XX. Terrassa era una ciudad de industriales muy ricos y obreros muy pobres, esto se refleja en el cementerio, donde solo habían dos opciones, o panteón lujoso en el camino principal o nicho.
El complejo funerario contiene en un único recinto todos los servicios mortuorios necesarios: tanatorio, crematorio, templo multiconfesional, oratorio, cementerio, cafetería-restaurante y un centro de atención al visitante. Cuenta también con un aparcamiento de 350 plazas. Es un cementerio que favorece el uso de las nuevas tecnologías, siendo el primer cementerio que implantó un sistema de búsqueda de sepulturas mediante unos terminales instalados en el cementerio. Actualmente, además de estos terminales, también se pueden localizar en línea a través nuestra página web y aplicativo para otros dispositivos móviles. Desde el punto de visto del respeto al medioambiente, la mayoría de los vehículos del cementerio son eléctricos, siendo más silenciosos y respetuosos con el espacio.