El Festival TNT (Terrassa Noves Tendències) cerró el telón el domingo y colgó el cartel de exitoso. Los espectáculos en sala registraron un 92 por ciento de ocupación por lo que prácticamente llenaron todas las butacas. También hubo una gran y mayor afluencia de público en las obras al aire libre, y especialmente en el gran montaje de arte visual “Compra’m”, de la compañía barcelonesa Insectotròpics, que se desarrolló el sábado por la noche en la Plaça Vella.
El director del festival, Pep Pla, a su vez director del Caet, se mostraba ayer exultante. “Hemos incrementado el público en sala y se ha quedado gente fuera, lo cual nos lleva a plantearnos que quizás hay que hacer más funciones. También hemos visto más afluencia en la calle”. Pla subrayó que el festival es un referente en Catalunya y en el Estado español y también en el extranjero. “Hemos recibido más programadores internacionales que nunca y muchos de ellos se han mostrado interesados en contratar obras, algunas coproducidas por el Caet, por lo que el nombre de Terrassa se paseará por el extranjero. El TNT se ha consolidado y tiene prestigio”.
El festival vivió su mayor maratón “tenetera” el fin de semana, especialmente el sábado, día en el que se ofrecieron nada menos que 24 espectáculos en salas, calles y plazas. Era difícil elegir pero había que hacerlo. Así que este diario optó por seguir la denominada ruta de coste cero, es decir aquellas propuestas que tuvieron lugar al aire libre y estuvieron protagonizadas por Ada Vilaró, Marcel·lí Antúnez, Iceberg e Insectotròpics, entre otros artistas y compañías.
Ruta de coste cero
Iniciamos el trayecto en el Raval. Allí nos recibió La Dinamo, una banda de músicos que iba en bicicleta y que tenía la misión de amenizar el festival y acompañar el público hacia los puntos de interés artístico. La Dinamo nos dirigió hacia la plaza de Salvador Espriu, donde Ada Vilaró estaba a punto de finalizar su perfomance de 24 horas sentada en silencio. Comprobamos que la artista seguía bastante en forma y que su rostro se iba llenando de felicidad cada vez que el reloj avanzaba hacia las 18.15 h de la tarde. Llegó la hora deseada. Ada, rodeada de mensajes que le habían escrito los espectadores en pequeñas pizarras, cogió el micrófono para dirigir unas palabras pero apenas pudo por tantas emociones contenidas. “Gracias a todos -expresó- por hacer que estas 24 horas transcurrieran de forma sencilla. Las he vivido minuto a minuto con mucha intensidad”. Algunos espectadores, como la actriz Rosa Cadafalch, se acercaron a saludarla para saber de su insólita experiencia. Cadafalch comentó que “ella es la protagonista pero, en realidad, quién ha hecho el espectáculo es la gente que ha venido. Ada ha tenido la oportunidad de ver muchas caras, miradas, gestos, de leer palabras que le han dejado escritas. Es una vivencia interesante”. Maria Romaní y Marcel Ayats, de Sabadell, también lo valoraron así y añadieron. “Un gran reto artístico pero también personal”. Dejamos a Ada Vilaró, que manifestó su deseo de recuperarse, y nos fuimos al encuentro de Marcel·lí Antúnez, ex fundador de La Fura del Baus, que estaba en el Raval de Montserrat, presentando “Monutafi”. Antúnez invitaba a los espectadores a adentrarse dentro de una gran monumento público -una figura inspirada en el popular “caganer” construida con gente de Terrassa en el recinto ferial- en el que contaba una historia sobre la inmigración protagonizada por Melic de Àfrica; Alexia, de los Países del Este; Fàtima, de Siria y Paco, de Andalucía. Lo hacía acompañado de una pequeña pantalla donde se proyectaban las imágenes.
Un viaje hacia Europa plagado de vicisitudes donde los inmigrante tenían que lidiar con traficantes, con mares revueltos y esquivar a las fuerzas de seguridad. La historia gustó. “Me ha sorprendido gratamente la idea”, señaló Alfonso, a la salida. Bruno, su hijo, asintió. “Es muy chulo”, manifestó el pequeño. A pocos metros del “Monutafi” efímero apareció la compañía ES con su “Iceberg”, una performance en clave simbólica sobre los deseos y sus límites materializada con música, danza y malabares. En esta obra, los actores buscaron la implicación del público y les invitaron a compartir las sensaciones de las personas privadas de libertad. “¿Qué quieren contar?, se preguntó una espectadora. “El hecho de que se cubran la boca con la cinta me hace pensar en que no hay libertad de expresión”, añadió. “No sé si hay un mensaje simple o complicado, se cuestionó otra espectadora. “Da que pensar. Cada uno recibe la historia según su percepción, apostilló un joven.
Lo más esperado
Tras “Iceberg” llegó “Compra´m”, el espectáculo al aire libre más esperado del festival. La compañía Insectotròpics presentó un gran montaje en el que mezcló múltiples lenguajes, el dramático, el cine, la música, la plasticidad, los efectos especiales?. En esta obra, una joven llamada Lulú inicia un viaje en busca de la felicidad, una felicidad que se augura falsa. Durante el mismo le asaltan personajes que parecen salidos de un mundo ancestral y diabólico u otros que simulan extraterrestres. Y a todo ello se suma en la gran pantalla el bombardeo de una sociedad de consumo llena de mensajes publicitarios en grandes ciudades plagadas de gente anónima que andan por las calles o van en metro.
“Compra’m”, que inauguró la Fira de Tàrrega el pasado septiembre, finalizó con aplausos merecidos porque más allá del discurso narrativo, bien hilvanado, se apreció un trabajo enérgico, vital, potente y multidisciplinar de mucho calado. Si el Festival TNT apuesta por nuevos lenguajes artísticos, Insectotròpics cumplió con creces. Fue uno de los máximos exponentes y con el valor añadido de que era gratuito.