El Eurogrupo se reúne mañana por primera vez tras la reelección de Alexis Tsipras como primer ministro griego y analizará los pasos a seguir en el rescate de su país, a la vez que abordará el procedimiento de la supervisión anual de los presupuestos nacionales.
Los ministros de Economía y Finanzas de la zona del euro recibirán a su homólogo heleno, Euclides Tsakalotos, después de que Tsipras, líder de Syriza, revalidara su mandato en las elecciones del pasado 20 de septiembre pese a haber aprobado ya varias de las medidas exigidas por sus socios y haberse comprometido a otras duras acciones que entran en colisión con su ideario.
El Eurogrupo, en una reunión que se espera corta, se centrará en la aplicación del programa de rescate, en especial en las dos tantas de acciones u “objetivos” que Atenas tiene que completar aún para lograr el desembolso de 3.000 millones de euros pendientes del primer tramo del rescate.
Las discusiones a nivel técnico sobre la primera ronda de medidas ya han dado comienzo y éstas se fijarán “muy pronto”, según fuentes de la eurozona, de modo que una vez que se cumplan se llevará a cabo un primer pago de 2.000 millones.
Los 1.000 millones restantes quedarán pendientes de la aplicación de la segunda ronda de medidas, que “no está ya a la vuelta de la esquina, pero hay que empezar a discutirlas”, indicaron.
También se hablará sobre el segundo tramo del rescate por valor de 15.000 millones de euros, diseñado para recapitalizar la banca, muy afectada por los controles de capital y la fuga de depósitos que sufrió durante los momentos más duros de las negociaciones entre Atenas y sus socios.
Se espera que el Banco Central Europeo finalice el análisis de las necesidades capital de la banca helena este mismo mes.
Sobre el contenido de las tandas de reformas, las fuentes afirmaron que “no hay un dogma implícito” sobre cómo se repartirán y que hay que esperar a ver lo que acuerdan las instituciones acreedoras y las autoridades griegas deciden sobre qué reformas y en qué cesta se colocan.
Se espera que la primera revisión del cumplimiento de las exigencias a Grecia dé comienzo este mes, aunque seguramente no acaba en octubre. Además, el momento no se esperan discusiones sobre posibles medidas de alivio de la deuda helena, que en principio no comenzarán hasta que se concluya la primera revisión.
Por otra parte, el Eurogrupo discutirá qué sucede cuando un país presenta a Bruselas sus presupuestos con antelación y cómo evitar un trato diferenciado a la hora de que éste sea analizado para ver si cumple con las reglas europeas de disciplina fiscal, respecto a los socios que se entregan en las fechas habituales.
Este punto en la agenda es de especial interés para España, dado que el país ha enviado su proyecto presupuestario para 2016 un mes antes de lo que es habitual, debido a la proximidad de las elecciones generales del 20 de diciembre.
La discusión se centrará en la cuestión de procedimientos, no del contenido del presupuesto español, afirmaron fuentes del Ministerio de Economía de España, dado que ese paso no se puede dar hasta noviembre, una vez que la Comisión Europea se haya pronunciado sobre el presupuesto.
Ésta ha afirmado que desea cuadrar su opinión sobre las cuentas españolas con el debate parlamentario nacional, es decir, que debería presentarla en las próximas semanas para que sea aprobado en Madrid o sometido a modificaciones antes de que se disuelvan las Cortes el próximo día 27 de octubre.
Las diversas fuentes consultadas descartaron que la opinión sea presentada el lunes, a tiempo para el encuentro de los ministros.
En ella, la Comisión deberá decidir si considera que las cuentas españolas son realistas o demasiado optimistas.
El Gobierno prevé en su borrador un crecimiento del 3 % del PIB, que aumente la recaudación el 4 % hasta los 193.520 millones de euros y rebajar el déficit público hasta el 2,8 % del PIB, tal y como Bruselas exige a España, lo que le permitiría abandonar el procedimiento de déficit excesivo abierto al país.
En cambio, la CE señaló en sus previsiones macroeconómicas de primavera que el país crecería el próximo año un 2,6 % y no lograría reconducir su desvío más allá del 3,5 %, estimaciones que prevé actualizar a principios de noviembre.
El Eurogrupo también discutirá sobre la reforma del sector de servicios y sobre las políticas más convenientes en un contexto en el que los intereses sobre la deuda pública son bajos, punto en el que se animará a los países a emitir de forma prudente.
