El grupo municipal de CiU ha vivido los primeros cien dias del mandato en la oposición y, tras el pacto, también como gobierno. Desde esa posición su portavoz, Miquel Sàmper, reconoce que "el calendario no nos ha permitido trabajar al ritmo que querríamos hasta hace un mes". El teniente de alcalde de Promoción Económica asegura que ahora la maquinaria política está completamente engrasada y en condiciones "de cerrar el plan de mandato en breve. Estamos trabajando intensamente para que esté lísto para el pleno de presupuestos".
Los primeros cien dias han estado marcados por el pacto PSC-CiU, un acuerdo que nadie dió por pevisible y que "hoy se cimenta en una base completamente sólida. Hemos sumado un partido de gobierno y un partido de oposición -explica Sàmper-. No era fácil, pero la sinergia es muy positiva, la relación personal estupenda y basada en la lealtad".
Los tres concejales de CiU aprecian "una oposición feroz que busca debilitarnos, pero no lo conseguirá". La coalición valora "muy positivamente el esfuerzo del PSC para firmar un acuerdo con CiU y el apoyo a la adhesión a la AMI. Es la prueba más rotunda de que estamos ante un pacto de largo recorrido".
En los plenos (y en redes sociales) esa oposición ha elevado el tono del debate, algo que CiU vive "con naturalidad. Ha habido momentos de cierta agresividad dialéctica, pero después la relación personal es más que correcta".
