Hola. Yo soy Ada Vilaró y voy a comenzar una performance que durará veinticuatro horas, en las que estaré en este espacio, sentada en esta silla. A mi izquierda, un montón de pizarras; a mi derecha, un montón de yesos. Me sentaré en silencio durante veinticuatro horas, hasta las seis y cuarto del sábado”. Con estas palabras comenzaba Ada Vilaró, a las seis de la tarde, la performance más extrema jamás realizada en Terrassa. El lugar: la plaza de Salvador Espriu (el espacio colindante con la calle de la Unió, delimitado con un cuadrado de yeso). “Estoy un poco nerviosa. La sensación es como si tuviera que hacer un viaje de muchas horas, sin moverme del lugar, pero donde pasarán muchas cosas. Me acompañarán muchas entidades, que harán lo mismo: estar en silencio.”
Poco después, Vilaró dejaría en una pizarra, sostenida por una ayudante, todo el dinero que llevaba, sus tarjetas bancarias, el dni y las llaves. “Comienzo sin nada. Cada vez que tenga una necesidad, lo escribiré. Solo comeré, beberé, tendré, las cosas que me lleven los demás. Durante un día confías plenamente en que te sostengan los otros, como un acto simbólico. Una vez me haya sacado los objetos, callaré durante veinticuatro horas.”
“Una vivencia que compartes”
Ya con gestos, pidió la hora a una espectadora. Eran las seis y siete minutos. Escribió en una pizarra “Començo a les 18.15” y “6 minuts”, los que faltaban. Un chico del público se puso a su lado, reloj en mano, y cada vez que pasaba un minuto cambiaba el número de esta original cuenta atrás. Los segundos finales los contó con los dedos de la mano. A las 6.15 de la tarde en punto se sentó en la silla, y su ayudante ponía en marcha el gran cronómetro instalado en el suelo. “Públic, present 24H” se iniciaba.
Unas cincuenta personas se habían congregado entonces en el lugar. Una chica se hizo una foto con la performer. Un grupo numeroso de adolescentes también la fotografiaron. Vilaró sonreía. Comenzaba ese viaje inmóvil de todo un día.
Esta es la segunda “representación” de “Públic present 24 hores”. La anterior tuvo lugar en 2013 en el Festival de Creació Contemporània Escena Poblenou, en Barcelona, “y funcionó muy bien. Fue una experiencia muy potente, y agradable, mucho más gratificante que dura. La gente respondió muy bien. Por eso la vuelvo a repetir en el TNT”, explicó Ada Vilaró a este diario. “Es una experiencia, una vivencia que compartes, y que evidentemente no se puede hacer cada semana”
En ella, el performer trabaja investigando sus límites físicos, por la duración pero también porque “en esas veinticuatro horas, vivir mejor o peor no depende de mí, sino de la gente. Es invitar a la gente a entrar en la pieza. Son los otros los que te sustentan, y esto solo puede suceder si llevas una propuesta realmente al límite; si lo hiciera a medias no tendría sentido”.
La artista da mucha importancia al hecho de que el público exprese su opinión, en las pizarras, que se irán exponiendo en el espacio.
Y, oiga, en estas veinticuatro horas, ¿no hay necesidades? “Solo me moveré de la silla para ir al lavabo.” ¿Y no se aburrirá? “Seguramente habrá ratos que se me harán largos, pero creo que pasarán bastantes cosas.” ¿Dormir? “Me estiraré dos o tres horas en una esterilla o un saco, junto a una chica que me acompaña. No dormiré, pero descansaré un poco la espalda, y ya está. La apuesta consiste en estar veinticuatro horas en un espacio público.” ¿Y no tiene su riesgo,? “Sí. Pero esta performance también es una propuesta de confianza. Creo que en Terrassa no hay gente mala.”
Presencia de entidades
En la preparación de su “Públic Present 24 Hores” en Terrassa, Vilaró contactó con varias entidades de la ciudad, para que la acompañaran.Ayer debían hacerlo Xavi Ducastilla y Maria Oliver, del colectivo de personas con movilidad reducida, el restaurante La Trobada y el grupo de “mujeres de acción” Clessidra. Hoy estará La Banda de Terrassa, que hará una acción silenciosa, y Puntaires de Ca N’Aurell. .
A las 10.30 de la mañana, Vilaró hará una pequeña acción mímica. Y a las 6.15 de la tarde de hoy, cuando el cronómetro señale que han transcurrido veinticuatro horas desde el inicio, la artista se levantará de la silla y volverá a hablar. “Será entonces un pequeño monólogo, y compartir la experiencia con la gente. Volveré a coger las cosas, y me llevaré las pizarras con todo lo que han escrito. Es transformar un espacio en veinticuatro horas.”
Treinta funciones
Hoy y mañana, por otra parte, una treintena de funciones, de espectáculos ya ofrecidos ayer y de nuevos, en teatros y al aire libre, como el concierto itinerante “Music on cycles”. En el Raval, la compañía Es presenta “Iceberg”, que combina circo, danza, gesto y malabares, en la Plaça Vella podrá verse el “Compra’m” de Insectotròpics, y la compañía portuguesa Rios do Sono está en el Teatre Alegria.