En ‘Una família balla’ no se explica ninguna historia familiar; puedes intuirla a través de lo que ésta hace, que es bailar. Es un trabajo muy basado en esta familia. No necesitaba añadirle casi nada más", explica Mariona Naudin, la creadora y directora de esta obra, la única con intérpretes terrassenses del festival TNT de este año. Tales intérpretes, esto es, la familia que baila, son Magda Nicolàs y Gregor Frutós (los abuelos), Montse Frutós Nicolàs (la madre) y Marina Ribera Frutós y Julia Ribera Frutós (las hijas, de 8 y 10 años). Mariona Naudin la seleccionó de un total de cuatro que respondieron a la convocatoria que hizo a principios de año. "Escogí la familia Frutós-Nicolàs porque cumplía los requisitos: tres generaciones, que todos tuvieran relación con el baile, y también me interesaba que nos cayéramos bien, que hubiera buen rollo, porque habíamos de estar trabajando durante muchos meses. No hice ninguna prueba de baile, ni ellos tenían ninguna experiencia escénica."
En abril comenzaron Naudin y la familia Frutós-Nicolàs a gestar "Una família balla", cuyo estreno abrió, ayer por la tarde, el festival TNT. Fue en la Societat Coral Els Amics, tal como está siempre, sin apenas escenografía, porque "ya es lugar muy cargado, y donde se baila". Pocos minutos antes de las 5.30, se abrieron las puertas y los espectadores ocuparon unas treinta sillas agrupadas ante el bar. En el resto de la sala, un equipo estereofónico y nada más. En el patio del fondo, con la puerta abierta, la familia. Suena "Mediterráneo" de Joan Manuel Serrat. Montse entra y pone música, y Magda y Gregor, a la luz de una bombilla, bailan un tema "al agarrado". Al finalizar, Gregor desplegó una pantalla en la que se proyectaron preguntas y respuestas ("com us vau conèixer? ballant") y imágenes familiares.
Chachachá, pícnic y patio
Con la pregunta "quin és el teu rol dins la familia?", la pantalla se enrolla y Marina y Julia, en patines, leen una minimalista descripción de cómo sus abuelos bailan. Éstos, a continuación, se marcan un tango, al mismo tiempo que las nietas en sus patines. Seguidamente, Gregor le propone a Magda bailar un chachachá y cómo si le enseñara. Sorpresa: la madre y las dos niñas marchan al fondo de la sala, extienden un mantel, sacan comida y se ponen de picnic. Gregor se les unirá tras volver a desplegar la pancarta, en la que por segunda vez se ven preguntas y imágenes domésticas.
Fin de la proyección y Montse que se acerca al tocadiscos para poner un single de vinilo, "Morena", bailado por los abuelos. Se abren las cortinas, entra la luz, y el público aplaude, al pensar que el espectáculo ha finalizado (son las seis y cinco de la tarde) Pero no. Se acaba el disco, la familia sale al patio de la Coral Els Amics, y llama a los espectadores que vengan (se sientan en las sillas de plástico, bajo el cielo encapotado). Suena el rock and roll "Blue suede shoes" de Carl Perkins, y la familia lo baila, a la vez que hace el juego de la silla (hay cuatro en el centro del patio) cuando la pieza se detiene, varias veces. Seguidamente, Magda declama refranes catalanes en relación con el baile ("Tocat el nas i balla"), y el resto de su familia las pone en práctica. Para acabar, cantan una melodía infantil sobre lo bien que se lo pasan de colonias. Son las 6.15, y "La família balla" ha finalizado. Reparto de flores para la familia, Naudin y la ayudante de coreografía Elena Murcia. Saludos y aplausos.
Otras representaciones de "Una família balla" están programadas para hoy, mañana y el domingo, y quizá no haya otras. "Son gente que nunca ha hecho un espectáculo y, por el momento, no los quiero forzar", explica la directora.
En la oferta de hoy del TNT, destaca otra propuesta singular: la performance de veinticuatro horas de duración que Ada Vilaró comenzará en la plaza de Salvador Espriu.