La entrada en servicio de la prolongación de Ferrocarrils continúa arrojando datos positivos. Durante la primera quincena de septiembre, coincidiendo con la vuelta al trabajo tras el paréntesis vacacional, la demanda en las estaciones de Terrassa registró un incremento de 38.223 viajeros, lo que supone un +46,7 por ciento. En el acumulado desde el día 29 de julio, fecha en la que entró en funcionamiento el Metro de Terrassa, Ferrocarrils contabiliza un aumento de 96.014 viajes con origen en las estaciones de la ciudad, donde se registra el mayor índice de nuevos viajes. El aumento de la demanda, sin embargo, también se ha dejado sentir en septiembre en el resto del metro del Vallès. Contando idas y vueltas, Ferrocarrils registra 153.063 viajes más desde Terrassa o Sabadell hasta plaza Catalunya (Barcelona) atribuidos a la prolongación en nuestra ciudad.
La ampliación de la línea desde la Rambla hasta Can Roca y la entrada en funcionamiento de las tres nuevas estaciones -Vallparadís-Universitat, Estació del Nord y Nacions Unides – ya ha modificado el comportamiento de numerosos ciudadanos, que han dejado el coche para desplazarse en transporte público o bien han cambiado de modo de transporte, sustituyendo en bus por el tren en sus trayectos por el interior de la ciudad.
Comparativa reveladora
La comparativa de las primeras semanas de funcionamiento del metros con el mismo periodo del año anterior es muy reveladora. Entre el 29 de julio y el 15 de septiembre de 2014 subieron al tren en la estación de Rambla 195.099 personas. En esa misma franja del calendario, este verano el número de usuarios de Ferrocarrils en la ciudad ha alcanzado los 291.113, es decir, se han picado 96.014 billetes más.
La mayoría de ellos se siguen sellando en la estación de Rambla, que ha perdido viajeros en beneficio de las nuevas estaciones por su proximidad a destino o al inicio del trayecto. En julio-agosto y septiembre subieron al tren 155.625 personas en el centro de la ciudad, 62.349 en la parada Vallparadis-Universitat, 40.289 en la Estació del Nord, intercambiador con Renfe, y con una demanda más discreta, 32.850 en Nacions Unides. El incremento global de la demanda en esos cuatro puntos, desde el estreno del metro hasta el 15 de septiembre, ha sido de casi cien mil viajes (+49,2 %), siempre según los datos facilitados por FGC.
Los primeros en percibir el incremento de pasajeros son los propios usuarios, sobre todo en hora punta. Algunos de ellos han hecho llegar sus quejas al Ayuntamiento de Terrassa, denunciando que los trenes llegan llenos a Rambla d’Egara procedentes del norte de la ciudad.
El tema se debatió en el pleno del mes de septiembre a raíz de una propuesta de resolución presentada por el grupo municipal de Ciutadans. El Consistorio aprobó solicitar a Ferrocarrils que adopte medidas para atender correctamente la demanda generada con la puesta en marcha del metro.
Viabilidad técnica
La compañía explicó ayer que está evaluando la posibilidad de incorporar un tren más en hora punta, una medida que podría no ser viable técnicamente. El enganche de más vagones está descartado, informan desde FGC, ya que los trenes actuales ocupan prácticamente todo el andén y aumentar su longitud dejaría fuera de la zona de carga o descarga a parte del pasaje. Además, los trenes deben respetar una distancia de 400 metros entre sí. La suma de nuevos vagones obligaría a alterar el encaje de los convoyes en una línea al límite.
Precisamente la incorporación de trenes nuevos choca con el eterno problema de la infraestructura de Ferrocarrils y la incapacidad de la cola de maniobras de Plaça Catalunya, en Barcelona, para absorber más trenes.
En ese punto confluyen todas las líneas de FGC, lo que implica una frecuencia de salida de vehículos única en el mundo, aseguran desde la compañía. En este momento abandona la Plaça Catalunya un tren cada 120 segundos. Mientras eso ocurre en el subsuelo de pleno dentro de Barcelona, en Terrassa los usuarios del tren han copiado la picaresca que hace tiempo practican otros viajeros en las líneas de metro y tren más saturadas.
Ante la posibilidad de no tener espacio o no asegurarse asiento en dirección a Barcelona, algunos pasajeros optan por coger el tren minutos antes dirección Nacions Unides. Algunos realizan todo el recorrido hasta Can Roca para regresar de nuevo a la Rambla. Otros prefieran apearse durante el recorrido y cambiar de andén para emprender viaje de vuelta y llegar a Rambla con plaza asegurada.
Sea como fuere, el atasco coge a centenares de viajeros cada día en el anden de la Rambla d’Egara en el momento de desplazarse a sus lugares de trabajo o centros de estudio. En numerosas ocasiones buena parte de los pasajeros que esperan la llegada del tren se ven obligados a esperar al siguiente convoy y retrasar unos minutos el viaje por la falta de espacio.