Unos ladrones destrozaron ayer una luna del Antico, el popular café de la plaza de Anselm Clavé, para entrar en el local y reventar dos máquinas tragaperras. Seguramente las golpearon con lo mismo que habían empleado para abrir el boquete en el vidrio: con una tapa de registro que extrajeron de la acera, a unos metros.
Se desconoce a qué hora perpetraron el robo con fuerza en pleno centro, en la esquina de la plaza de Anselm Clavé con la calle de Vinyals, pero una vecina escuchó ruido a eso de las cinco de la mañana. Pensó que procedía de alguna otra vivienda. Los delincuentes sacaron una tapa férrea ubicada junto a un semáforo, en la misma esquina, y con esa pieza asestaron golpes al cristal lateral del bar, que da a la calle de Vinyals. Antes tuvieron que levantar una persiana.
Se introdujeron en el Antico a través del boquete, y fueron directos a por las tragaperras, el codiciado objetivo de los ladrones de bares. Destrozaron su parte superior para acceder al billetero de recaudación y se marcharon. Al parecer, no tocaron la caja registradora, ni la máquina expendedora de tabaco. No se sabe cuántos eran, y se presume que huyeron en dirección sur por la Rambla d’Ègara. El análisis de las imágenes registradas por cámaras de seguridad arrojará algo de luz a la investigación que han iniciado los Mossos d’Esquadra.
Un ciudadano avisó a la Policía Municipal a las siete de la mañana; al parecer, alertó a unos agentes sobre el peligroso hueco dejado en la acera por la tapa extraída.
Cinta policial
Los guardias comprobaron que aquel elemento no estaba muy lejos: lo habían utilizado unos delincuentes para asaltar el café de al lado. Cuando los policías inspeccionaban el establecimiento llegó la encargada. La zona de las máquinas recreativas quedó acotada con cinta policial a la espera de la llegada de agentes de la policía científica de los Mossos d’Esquadra. La unidad de investigación de la comisaría de Can Tusell se ha hecho cargo de las indagaciones.