En el conjunto de las poblaciones del área de influencia de Terrassa Junts pel Sí fue el gran triunfador de las elecciones autonómicas al imponerse con el 46,7% de los votos. La formación siguió en la comarca la misma estela que en Catalunya, donde fue la gran vencedora con 62 escaños, aunque insuficientes para gobernar en solitario (se quedaron a seis de la mayoría absoluta).
No en vano, Junts pel Sí obtuvo más de la mitad de los votos en Matadepera (69,3%), Ullastrell (61,1%) y Rellinars (58,6%) mientras que llegó a casi la mitad en Sant Cugat (47,9%). En el resto de municipios del área de influencia de Terrassa (Viladecavalls, Vacarisses y Castellbisbal) también fue la fuerza más votada, a excepción de Rubí, donde se impuso Ciutadans.
Y si la victoria de Junts del Sí fue apabullante (pero sin alcanzar la contundencia necesaria para desarrollar el proyecto soberanista sin cortapisas), el crecimiento de Ciutadans en el Parlament (pasa de nueve a 25 diputados) también fue espectacular. Ese auge se vio reflejado en la comarca, donde C’s experimentó un incremento muy alto que venía precedido por sus buenos resultados en las pasadas municipales de mayo.
Participación
Así, sus mejores cifras las logró en Rubí, donde fue la formación más votada (25,8%), mientras que registró fuertes crecimientos en Viladecavalls (21,8%), Vacarisses (20%), Castellbisbal (24,1%), Sant Cugat (17,6%) y Matadepera (10,1%), municipios todos ellos donde fue la segunda fuerza más votada.
La alcaldesa de Matadepera, Mireia Solsona (que antes de las elecciones abandonó Unió para unirse a Demòcrates per Catalunya, impulsado por las voces disidentes de los democristianos), quiso primero destacar la alta participación en el municipio, que con un 86,9% fue el que registró el mayor volumen de votantes en la comarca. “La participación ha sido increíble”, dijo ayer al respecto. Y a renglón seguido valoró muy positivamente los resultados de Junts pel Sí. “La gente -explicó- ha creído en un proyecto con talantes diferentes que se han unido por una causa común”. Sobre el derrumbe de su expartido
Unió (que se queda sin representación parlamentaria), Solsona dijo que “es triste, aunque se veía venir”.
La alcaldesa de Viladecavalls, Cesca Berenguer (CDC), no dudó en afirmar que el suyo es un municipio con “vocación independentista”. Sobre el complicado escenario que se abre ahora, la primera edil señaló que “ha llegado el momento de hacer política de verdad, de escuchar y hablar con todas las partes y de ser generosos”.
La portavoz municipal de ERC en Sant Cugat calificó los resultados de Junts pel Sí en esa población (casi la mitad de los votos) de “espectaculares”. “Ha quedado más que claro que Sant Cugat es una ciudad independentista”, declaró a Cugat.cat.
Respecto al triunfo de Ciutadans en Rubí (donde logró representación en el Ayuntamiento por primera vez en las pasadas municipales con cuatro concejales), su edil Mariola Marín afirmó, en declaraciones a Ràdio Rubí, que “era fundamental que esa mayoría silenciosa durante muchos años se decidiera a salir a la calle a hablar. Y ha decidido que Rubí sea Catalunya, España y Europa”.