Catalunya acogerá 1.200 refugiados sirios, afganos y eritreos antes del mes de noviembre, de los que entre 600 y 800 se quedarán en Barcelona ciudad y, el resto, se distribuirá por todo el territorio catalán.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha informado hoy de estos datos, que el consistorio ha conseguido gracias a “contactos internacionales no oficiales”, ya que el Gobierno “no cuenta con las administraciones locales y autonómicas” para la acogida de los refugiados.
“Es una vergüenza la falta de información del Estado”, ha considerado Colau, que ha añadido que, según sus fuentes, el Gobierno del PP “intenta” llegar a un acuerdo con organizaciones no gubernamentales para que sean éstas las que asuman la llegada de los refugiados, cuando “esta atención es una obligación de las administraciones”.
Por otra parte, la alcaldesa ha pedido “responsabilidad” a los vecinos de la ciudad para que, en el primer momento de la acogida, sean sólo los profesionales de emergencias los que los atiendan, dada la situación de vulnerabilidad de las personas que llegarán y su necesidad de intimidad.
En el edificio Fórum
La primera atención se dará en el edificio Fórum, donde trabajarán en la atención a los refugiados entre 75 y 250 profesionales de emergencias de la ciudad, ha indicado la directora de servicios de emergencias sociales del ayuntamiento de Barcelona, Isabel Ferrer.
En el Fórum se prevé que los refugiados permanezcan durante un tiempo muy limitado, unas doce horas, para facilitar una atención médica, social y psicológica urgente, por lo que no se espera que tengan que dormir en ese lugar.
Desde allí, una parte de los refugiados se trasladará a un centro de la calle Llacuna, en el supuesto de que precisen un espacio en el que recuperarse, como en el caso de mujeres embarazadas, o bien a otros diez puntos de atención repartidos por la ciudad, en los que pasarán entre siete y diez días.
Estos espacios son centros municipales y edificios y pisos cedidos por órdenes religiosas y también por particulares, ha explicado la alcaldesa.
La asignación de estos centros se realizará en función del perfil de los refugiados, si son familias con menores, si tienen alguna discapacidad o problema de movilidad, o se trata de menores no acompañados o bien jóvenes o adultos solos.
Durante este periodo, los equipos de emergencias sociales se entrevistarán con estas personas, para conocer sus expectativas y planes de vida, con el objetivo de orientarles y ayudarles de cara al futuro.
A partir de ese momento, las personas que se queden en Barcelona serán derivadas a servicios de seguimiento social, que les atenderán entre seis y doce meses más, durante los que se garantizará la cobertura de sus necesidades básicas.
En esta etapa de adaptación, el consistorio prevé que la colaboración de los vecinos de la ciudad que ya se han ofrecido a ayudar a los refugiados, acompañándoles a hacer trámites cotidianos o con el idioma, se haga efectiva, ha indicado Colau.
Diez millones
El Ayuntamiento de Barcelona ha destinado unos diez millones de euros a esta operación de acogida, y se calcula que el coste máximo del plan será unos 50 euros diarios por persona, en función de la cantidad de servicios que sean necesarios, ha especificado Ferrer.
Como ya había anunciado, la alcaldesa viajará con un grupo de técnicos municipales la próxima semana a varias ciudades europeas, como Viena, Múnich y Leipzig, para conocer de primera mano cómo los ayuntamientos respectivos atienden y planifican la atención a estas personas.