Al menos 717 personas murieron ayer en Mina, cerca de La Meca, al producirse una estampida durante el hajj o gran peregrinaje que estos días realizan dos millones de musulmanes. No obstante el número de víctimas puede ir aumentando ya que los datos facilitados por el departamento de defensa civil saudí indican que por lo menos hay 863 heridos. El accidente, que se produce dos semanas después de que el derrumbe de una grúa matara a 108 peregrinos en la Gran Mezquita de La Meca, pone el punto de mira la ampliación de los lugares sagrados emprendida por las autoridades saudíes. La estampida se atribuyó a una aglomeración que se produjo "a las nueve de la mañana cuando los peregrinos se dirigían a Jamarat", una estructura con cuatro niveles desde la que los fieles apedrean simbólicamente al diablo. Según el comunicado, la aglomeración provocó que numerosas personas cayeran y resultaran aplastadas