El Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de Catalunya Caixa ha captado 1.066 adhesiones voluntarias de las 1.557 acordadas entre dirección y sindicatos, informaron fuentes de la entidad, ahora parte del Grupo BBVA. El periodo de adhesión voluntaria finalizó el lunes y, sumando las 400 plazas que ofrece BBVA para trasladar a trabajadores de CatalunyaCaixa a otras sociedades del grupo, debe haber 91 despidos forzosos, aunque no es una cifra definitiva.
Fuentes del banco señalaron que el elevado número de adhesiones demuestra que las condiciones del acuerdo de julio son satisfactorias para los trabajadores, que se enfrentan al tercer ERE en la entidad, y que “puede haber un buen encaje” para minimizar los 91 despidos forzosos.
Fuentes sindicales indicaron que cualquier despido o traslado supone un “drama” para los afectados, pese a celebrar la buena acogida de las bajas voluntarias.
Miedo a los traslados
Con todo, el SEC, sindicato mayoritario en la entidad, ha criticado en un comunicado que la mayoría de bajas voluntarias responde al miedo de los empleados a acabar con un traslado de su puesto de trabajo fuera de Catalunya o un despido forzoso sin la prima de voluntariedad, lo que han apuntado que supone “la mitad de la indemnización”. En octubre empezará el proceso negociador para aplicar el ERE (a partir de enero de 2016) y para conocer las vacantes que ofrece BBVA para trasladar a trabajadores de CatalunyaCaixa: De las 400, 150 son en Catalunya.
BBVA planteó en julio pasado un drástico ajuste de plantilla en CatalunyaCaixa, entidad adquirida el pasado año en subasta pública, aunque no fue hasta finales de abril cuando el banco consiguió las autorizaciones de Bruselas para incorporar esta firma en el grupo.
El banco que preside Francisco González anunció a los sindicatos su idea de despedir en los próximos tres años unas 2.000 personas, lo que supone el 44% de la plantilla actual de la entidad catalana, y el cierre de 400 oficinas en Catalunya de las 728 sucursales que ahora tiene en su comunidad autónoma. Banco y sindicatos pactaron, posteriormente, que la mayoría de despidos se realizarían mediante bajas voluntarias.