Este año los vecinos del barrio pudieron contar por primera vez con un acto muy especial para celebrar su fiesta mayor: el Castell de focs, pues éste se tuvo que aplazar por riesgo de incendio y terminó coincidiendo con la celebración. Por otro lado, también se pudo disfrutar de una amplia oferta de actividades que tuvieron su ubicación en las plazas de la Cooperativa y de Alexandre Cirici. La primera acogió sobretodo a los niños, pues en ella se realizaron los actos matutinos como los juegos gigantes, la guerra de agua, la chocolatada o el San Fermín Xiqui. La segunda albergó la fiesta del sábado por la noche, con pregón y botifarrada incluidos, así como la rifa, la paella del domingo y las habaneras, que se regaron con su casi obligado Rom cremat. La fiesta terminó el lunes tal y como había empezado tres días antes, con una feria de atracciones.