Terrassa

Juventud con riesgo de sordera

Escuchan música mientras practican deporte, caminan y hasta estudian o leen los apuntes. Estos son algunos de los usos prioritarios que los jóvenes de hoy en día dan a los aparatos reproductores tipo MP3 y a los auriculares, cada vez más sofisticados que permiten subir los decibelios de la música hasta límites que podrían ser bastante perjudiciales para la audición. Y es que los jóvenes no sólo usan los auriculares cada día, sino que cada vez prolongan más su tiempo de exposición a sonidos y a un volumen que resulta más que excesivo para su capacidad auditiva.
De no tomarse las medidas oportunas de precaución y prevención, sobre todo del buen uso de los auriculares y aparatos electrónicos, en un futuro próximo, muchos jóvenes necesitarán audífonos para poder oír, según alertan los expertos en salud auditiva.

La Organización Mundial de la Salud señala a los jóvenes como el sector de mayor riesgo de sordera al ser el grupo social que más utiliza este tipo de aparato.

En la actualidad, se estima que haya en torno a los 43 millones de personas de entre 12 y 35 años con sordera por multitud de causas entre las que cabe destacar el uso de auriculares. Los datos indican que, de continuar con prácticas auditivas perjudiciales o inseguras como esta, el índice de individuos con sordera podría aumentar.

Medidas de prevención
Los expertos recuerdan que a los jóvenes hay que educarlos, informarles y hacerles tomar consciencia de los daños de usar reproductores de música y auriculares a un volumen lesivo, así como de llevar a cabo prácticas poco seguras para la audición. La empresa de centros auditivos Sonosalud, en consonancia con la Organización Mundial de la Salud, propone algunos consejos como: limitar el tiempo de exposición a ruidos excesivamente altos; hacer descansos auditivos periódicos y respetar los niveles seguros de exposición al ruido. La OMG establece el margen en un 60% del volumen máximo. También hay que prestar especial atención a las señales de advertencia de pérdida de audición, permanecer alerta ante cualquier tipo de señal o síntoma de hipoacusia y detectar dificultades de escucha. En definitiva, facilitar a los jóvenes toda la información posible sobre los inconvenientes de un mal uso de los dispositivos electrónicos y auriculares .

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