Vecina ¿los has visto?
-¿A quien?
-A los partidos. Que vienen al mercadillo a ver si votamos por la independencia o por España. ¿Tú qué vas a hacer?
-¿Quien yo? Como que te lo voy a decir….
La conversación la protagonizaban ayer por la mañana dos mujeres frente a una parada de ropa interior del Mercadal Martí l’Humà. Faltaban pocos minutos para las 12 y los partidos políticos ya habían desembarcado en el recinto comercial, que bajo un sol de justicia y con el termómetro por encima de los 25 grados registró ayer una buena afluencia de público.
El primer miércoles de campaña electoral el tradicional despliegue político en el mercado acusó los recortes. Menos caramelos y claveles rojos que en anteriores convocatorias, poquísimos globos naranjas y ni bolsas de merchandising . En la avenida Béjar, la campaña se libró ayer cuerpo a cuerpo ante un electorado con ganas de hablar de política.
El PSC fue uno de los primeros en llegar y en plantar parada junto a la carretera de Matadepera. A escasos metros Junts pel Sí instaló su base de operaciones, mientras que Ciutadans optó por situarse en el núcleo del mercado, en el cruce con Provenza. El Partit Popular también acudió al recinto, pero sin parada, dispuesto a patearse el mercado, que en términos políticos ayer tuvo perfil exclusivamente local.
Los socialistas contaron con la presencia del ex alcalde Pere Navarro y su proyecto federalista, mientras que Junts pel Sí desplazó a Can Tusell al coordinador general de CDC, Josep Rull. Rivales políticos en Terrassa y compañeros de butaca en Barcelona, como miembros de la Mesa del Parlament, Navarro y Rull coincidieron ayer entre puetos de ropa, churros y CDs.
Los políticos encontraron ayer un mercadillo animado y dispuesto a entrar en debate. Navarro y los concejales socialistas recibieron apoyos a su propuesta federalista y escucharon más de un reproche por la adhesión de Terrassa a la AMI. También hubo vivas al independentismo de Junts pel Si, aunque el fantasma de los recortes y del 3% acechó a la comitiva. De todos modos, hubo más comentarios en voz baja que afrentas a los políticos, que en general ayer tuvieron una jornada plácida en el mercadillo, donde pudieron explicar sus propuestas electorales.
Durante la mañana, entre parada y parada el debate se agitaba al paso de los partidos. "Piden el voto para la independencia -explicaba una joven a su madre a escasos metros de Junts pel Sí-. Son los de Mas, que ahora van con ERC… Ya era hora de que se pusieran de acuerdo, pero ya veremos si tienen narices de darle portazo a Rajoy".
Más allá una jubilada expresaba su inquietud al concejal de Ciutadans David Aguinaga. "Yo llegué con 13 años y ya tengo 73. A ver si ahora para ir a mi tierra voy a tener que enseñar el pasaporte!".
El debate seguía junto a la churrería, donde dos hombres expresaban su particular desafección por la política. "¡Qué pesados! Otra vez elecciones, y en diciembre… Total para que se apoltronen, mientras nosotros seguimos en paro y mi cuñado sin casa…..y lo bueno es que luego los escuchas y piensas, pues igual estos si son capaces de arreglar un poco las cosas…Y siempre acabo votando, hay que joderse!".