Estaba tomando algo. En un momento dado, entró en los lavabos del bar y se quedó dormido y cuando despertó y salió, estaba solo y el bar, cerrado. Oscuro todo, y sin un alma. El hombre llamó a los servicios de emergencias para pedir ayuda. Lo tuvieron que rescatar los bomberos, alertados por la Policía Municipal, pasadas las 6.30 de la mañana del viernes.
El mismo interesado dio la voz de alarma cuando se vio en aquella tesitura. Explicó dónde estaba al policía que atendió su llamada: en un bar musical de la calle del Consell de Cent, en Sant Pere Nord.
Al parecer, según ha trascendido, el hombre se encontraba en el establecimiento y se dirigió a los lavabos, y allí se durmió. Los clientes se fueron marchando, y nadie reparó en su persona cuando llegó la hora del cierre.
Se presume que estaba solo, sin amigos que se preguntasen por él ante su ausencia prolongada. Volvió en sí y salió de los servicios. ¿Qué pasaba allí? ¿Dónde estaban las camareras? Pasaba que estaba más que solo que la una, y que eran las 6.30 de la mañana, y que el bar llevaba bastante tiempo cerrado.
La Policía Municipal recibió la llamada a las 6.30 de la mañana. Alguien reclamaba ayuda desde un establecimiento de Sant Pere Nord. Unos agentes se dirigieron al local, en la calle del Consell de Cent, mientras desde la central se intentaba localizar a los responsables del establecimiento para que acudiesen al bar y abriesen la puerta. No los encontraron y no hubo más remedio que avisar a los bomberos para rescatar al cliente.
Una dotación de Bombers de la Generalitat llegó y tuvo que forzar la persiana. Y el hombre salió, sano y salvo.