Tras más de dos meses de espera, los terrassenses podrán disfrutar finalmente del tradicional Castell de Focs. Pese a que este evento sirve para cerrar cada año la Fiesta Major, este año se tuvo que aplazar por el elevado riesgo de incendio.
Con el julio tan caluroso que se vivió (se alcanzaron récords de temperaturas elevadas) la ciudad alcanzó por primera vez en su historia el nivel 3 del Plan Alfa, es decir, el nivel más alto de riesgo de incendio. Este hecho, junto con la activación de la alerta del Pla Infocat
por parte de la Generalitat de Catalunya, llevaron al Ayuntamiento a suspender los fuegos artificiales.
El consistorio ya afirmó entonces que pese a no celebrarse el castillo en la fecha prevista, éste se pospondría para la segunda quincena de septiembre, cuando el riesgo de incendio es mucho menor. Y así se hará. El próximo sábado 19 de septiembre, a partir de las diez y media de la noche, el cielo de Terrassa volverá a llenarse de brillantes explosiones de colores entre la avenida Abad Marcet y la de Josep Tarradellas.