El cabeza de lista de Unió en las elecciones catalanas del 27S, Ramon Espadaler, ha propuesto hoy introducir una disposición adicional en la Constitución donde se reconozca la “nación” catalana y queden blindados aspectos como la lengua o la cultura y cuestiones relacionadas con la financiación.
En el estreno del ciclo de ruedas de prensa de candidatos con motivo de las catalanas organizado por la Agencia Efe, el día después de la Diada, Espadaler ha explicado nuevos detalles de su propuesta de singularización de Cataluña en la Constitución.
Con la introducción de esta disposición adicional específica para recoger el hecho diferencial catalán, ha dicho Espadaler, no sería obligatorio un referéndum legitimador en toda España, pero sí vería imprescindible que los catalanes se pronuncien en las urnas.
Tras la multitudinaria manifestación independentista de ayer en la avenida Meridiana de Barcelona, ha advertido a formaciones como el PP y Ciudadanos de que “esto no es una broma” y “no se puede pasar página” sin intentar buscar una salida acordada para mejorar el encaje de Cataluña en España.
Entre el “autismo” político del Gobierno de Mariano Rajoy, que se limita a “mirar hacia otro lado esperando a que el tiempo resuelva” los problemas, y los que defienden una declaración unilateral de independencia que “no sería aceptada ni en España ni en Europa”, Espadaler ha reivindicado el “diálogo” entre Estado y Generalitat.
Su propuesta es que la Constitución incorpore una disposición adicional en la que se reconozca la “realidad nacional” de Cataluña y, a partir de ahí, “se desarrollen una serie de consecuencias” derivadas de esa condición de nación, como por ejemplo cuestiones fiscales o sobre lengua en la escuela, la cultura o la presencia catalana en instancias europeas.
Para evitar que este debate obligue a modificar el Título VIII de la Constitución, referido al modelo autonómico en general y con cuya reforma teme que Cataluña acabase saliendo “malparada”, Espadaler aboga por la fórmula de la disposición adicional, que a su juicio debería ser votada por los catalanes pero “no necesariamente” tendría que ser refrendada por el conjunto de los españoles.
Frente a quienes se oponen a conceder un trato diferencial a los catalanes, el secretario general de Unió ha recordado que la Constitución de 1978 ya “admite una singularización” en el caso de vascos y navarros, aunque ha dejado claro que su propuesta para Cataluña sería diferente a la de las comunidades forales.