Lluís Corominas, el yerno de los Tous que fue absuelto por un jurado popular tras matar en 2006 a un supuesto ladrón, ha ratificado hoy ante la juez el acuerdo con la Fiscalía, en el que acepta dos años de cárcel por homicidio imprudente, aunque evita ingresar en prisión y repetir el juicio.
En la Audiencia de Barcelona se ha celebrado hoy una breve vista en la que Corominas ha ratificado el acuerdo alcanzado con la Fiscalía, que la juez ha anunciado que convertirá en sentencia en los mismos términos, lo que en la práctica supone que el yerno de los Tous no ingresará en prisión, ya que la propia fiscalía no se opone a la suspensión de la pena de cárcel.
Al salir de la Audiencia, donde ha acudido acompañado por su esposa, Alba Tous, Corominas ha valorado el acuerdo en unas breves declaraciones a los periodistas: “Estaba cansado y ya ha acabado todo, por fin”.
La ratificación del acuerdo también comporta que se suspenda el juicio ante un nuevo jurado popular, como había ordenado el Tribunal Supremo -con el aval del Tribunal Constitucional-, al considerar que el veredicto del jurado popular que absolvió a Corominas en 2011, alegando que actuó en legítima defensa atenazado por un miedo insuperable, fue arbitrario y mal fundamentado.
El abogado Óscar Morales, que ha ejercido la defensa de Corominas junto al letrado Carlos Bueren, ha destacado ante los periodistas que el acuerdo es “más que razonable” y que todas las partes se pueden dar por satisfechas.
“Hoy se ha dictado sentencia de conformidad en un asunto que ha sido excepcional. Un asunto excepcional requiere de soluciones excepcionales, como es un acuerdo de conformidad”, ha indicado Morales.
En su opinión, el acuerdo ratificado hoy es “muy razonable para todo el mundo”, por lo que “todo el mundo puede darse por satisfecho”, ha insistido.
Corominas acepta una condena de dos años de cárcel -que la fiscalía no pedirá que se ejecute,- por un delito de homicidio por imprudencia grave profesional, así como indemnizar con 60.000 euros a los padres del supuesto ladrón al que disparó mortalmente, prestar servicios a la comunidad y comparecer en sede judicial periódicamente, en el plazo que se determine.
La familia de la víctima ya estaba apartada del proceso desde que en enero pasado Corominas les pagó una indemnización de cerca de 300.000 euros.
Los hechos ocurrieron el 9 de diciembre de 2006, cuando Corominas, que ejercía como coordinador de la seguridad privada de la familia Tous, fue alertado de que las cámaras de videovigilancia de una vivienda de sus suegros, en Sant Fruitós del Bages (Barcelona), había captado la presencia de intrusos.
Corominas se dirigió de inmediato hacia la urbanización, armado con una pistola -tenía licencia-, y al llegar a la zona, antes de que lo hicieran los Mossos d’Esquadra, se acercó a un coche sospechoso ocupado por dos personas.
“En dicho momento -señala el acuerdo de conformidad- y actuando con la intención de impedir su huida, el acusado efectuó dos disparado dirigidos al lateral izquierdo del vehículo, siendo consciente del riesgo que ello suponía para los ocupantes del mismo, confiando, no obstante, en que su acción no produjese lesión alguna en la integridad de tales ocupantes”.
Al efectuar los disparos, Corominas “contravino las normas y reglas mínimas de cuidado exigibles no sólo para un ciudadano medio, sino particularmente para quien, como él, ostentaba la condición de director de seguridad y coordinador de seguridad privada de la familia Tous, para la que estaba habilitado en estos momentos”.
Un jurado popular absolvió en 2011 a Corominas, para quien la fiscalía pedía inicialmente 11 años de cárcel por un delito de homicidio con la agravante de abuso de superioridad y las atenuantes de obcecación y reparación del daño, al considerar que el yerno de los Tous actuó en legítima defensa y atenazado por un miedo que le hizo perder la percepción de la realidad.
El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña anuló en 2012 el veredicto del jurado popular al entender que la motivación de la absolución fue “claramente insuficiente, además de arbitraria”, y ordenó repetir el juicio, con un nuevo tribunal popular.
Se inició entonces un largo proceso de recursos judiciales hasta que el Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional, en junio pasado, avalaron la repetición del juicio, que finalmente no se celebrará al ratificarse el acuerdo de conformidad entre las partes.