Penalizado como ha estado el Terrassa FC en su proceso de construcción esta temporada, el triunfo en el campo del Manlleu tiene innumerables lecturas positivas. Ahorra ansiedades, elimina miedos, consolida la idea, impide buscar coincidencias con el arranque del año pasado y permite crecer desde la victoria, un escenario en el que ese proceso sufre menos alteraciones que cuando se convive con la derrota. El Terrassa actual está aún a medio hacer, muestra numerosos déficits a resolver, entre ellos la escasa capacidad física de determinados futbolistas, pero aún así da pasos adelante que le permitieron ganar en uno de los escenarios más exigentes del grupo.
Dentro de esa fase inicial del proyecto, el Terrassa debe adaptarse no sólo a las condiciones que le impone el rival y el partido, sino a las propias de un grupo que sufre altibajos futbolísticos que se explican desde el período de aprendizaje del "método Pirri" a las alteraciones físicas derivadas de una pretemporada atípica en la que algunas piezas esenciales se han incorporado tarde con la penalización que ello conlleva. Todo ese contexto tan particular explica la irregularidad de un equipo que es capaz de asumir el protagonismo y el control del balón durante el primer tiempo y que se ve obligado a variar su libro de estilo tras el descanso para transformarse en un bloque de marcado signo defensivo con la reserva física al límite. Esa capacidad de adaptación a las circunstancias fue una de sus mejores virtudes en el campo del Manlleu, donde sacrificó la estética por la practicidad cuando fue preciso.
Arranque inmejorable
Manlleu no es un campo donde pueda ganar cualquiera. Tiene un nivel de exigencia elevado, donde el componente físico cobra un protagonismo fundamental y la distracción no está permitida. Para el Terrassa, un examen en toda regla después de haber sumado un punto en las dos primeras jornadas y no haber marcado ningún gol. David Pirri alineó un once titular casi idéntico al de la semana pasada, con la única novedad de Óscar en la posición de extremo izquierdo. Carles Güell se cayó del "once" y Boniquet modificó su posición pasando a ejercer de interior. El partido no pudo tener mejor arranque para el Terrassa, que en el minuto 7 se adelantó en el marcador. El defensa central Eric Martínez, que completó un excelente partido en un escenario donde su presencia física fue determinante, cabeceó al fondo del marco un excelente envío de Boniquet en el lanzamiento de una falta. El egarense fue otro de los futbolistas que sobresalió en el partido, junto al despliegue de Casasayas en el lateral derecho, el trabajo de Marc Vilajosana o el desequilibrio de Óscar.
Ese gol, el primero de la temporada, mostró al Terrassa el camino a seguir. Hizo desaparecer la ansiedad y el fútbol de los egarenses ganó fluidez en todos los sentidos. El balón corrió a la velocidad adecuada, el equipo no rehuyó el cuerpo a cuerpo que le propuso el Manlleu y el juego se desarrolló mayoritariamente en terreno local. Los egarenses mostraron una buena organización defensiva y sólo les faltó mayor capacidad de llegada, dado que únicamente generaron intranquilidad a su rival en una acción de Óscar, cuyo disparo detuvo Segovia, y en una penetración de Marc Vilajosana a cuyo centro no llegó Aarón Bueno.
Las dificultades para el Terrassa empezaron a ser apreciables en el último cuarto de hora de la primera parte. En ese período perdió la jerarquía y se vio empujado hacia su área por un Manlleu más atrevido. Los locales tuvieron su mejor oportunidad en el minuto 31, cuando Pol Coll no supo enviar el balón al fondo del marco egarense en una posición inmejorable. Después, Canal obligó a Barragán a una buena intervención, Josu remató un balón por encima del travesaño y de nuevo Pol Coll desaprovechó un desajuste defensivo de los egarenses.
El Terrassa ajustó su fútbol en el segundo período. Con menos oxígeno en los pulmones, concedió más tiempo de posesión al Manlleu y concentró sus esfuerzos en la faceta defensiva. Los locales presionaron más, pero generaron más inquietud que peligro. De hecho, únicamente Manel Sala produjo dos situaciones de cierto peligro en el tramo final del partido. El Terrassa hizo un esfuerzo soberbio en un contexto incómodo y cuando estaba a punto de finalizar el partido, Ángel de la Torre pudo haber conseguido el segundo tanto en un contragolpe que no acabó en gol gracias a la excelente intervención de Segovia.
AEC Manlleu, 0
Terrassa FC, 1
AEC Manlleu. Segovia, Ot Bofill, Canal, Peña, Ballús, Maik, Pol Coll, Martí Soler, Óscar Uroz, Brice y Josu. Oriol Esteve suplió a Martí Soler en el minuto 46; Manel Sala a Josu en el 59; y Gerard Muñoz a Ballús en el 86.
Terrassa FC. Barragán, Josep Casasayas, Jou, Eric, Javi González, Miki, Adri Gimeno, Xavi Boniquet, Marc Vilajosana, Aarón Bueno y Óscar. Ángel sustituyó a Vilajosana en el minuto 62; Carles Güell a Aarón Bueno en el 82; y Uri Serra a Miki en el 86.
Árbitro. Raúl Calle Martínez. Amonestó a Manel Sala, Javi González y Marc Vilajosana.
Gol. 0-1, minuto 7, Eric.
Público. Unas cuatrocientas personas asistieron al partido.