El Banco Central Europeo (BCE) rebajó ayer la previsión de crecimiento de la eurozona para este año hasta el 1,4%, frente al 1,5% de su pronóstico anterior. El instituto emisor también ha rebajado su perspectiva de inflación en 2015 hasta el 0,1%, dos décimas por debajo de su pronóstico de junio. Para el próximo año el BCE prevé que la economía de los 19 se expanda un 1,7%, dos décimas menos de lo previsto con anterioridad. Y espera que los precios repunten un 1,1% en 2017, frente al 0,7% que auguraba en junio.
Estas correcciones tienen origen en las crecientes turbulencias en China y en el resto de países emergentes y en el drástico abaratamiento del petróleo. El BCE ha decidido mantener los tipos de interés en el 0,05%, su mínimo histórico, para impulsar el crecimiento en la eurozona, según informó ayer la entidad en un comunicado. En línea con lo que se preveía, también ha mantenido en su nivel mínimo el tipo de interés correspondiente a la facilidad de depósito, situado en el -0,20%.