Cientos de refugiados sirios se manifestaron ayer frente a la principal estación de tren de Budapest exigiendo que se les permita viajar a Alemania. Las escenas de caos y de revuelta se sucedieron a lo largo del día, después de que las autoridades húngaras pusieran la barrera a la salida de más trenes en dirección al centro y el norte de Europa. Es el último capítulo de una crisis humanitaria que sonroja al continente europeo, donde se cuentan por miles los refugiados que llegan a diario a las costas griegas huyendo de la guerra. Ayer, un grupo de desplazados bloqueó el Eurotúnel cuando intentaban subir a bordo de los trenes en dirección al Reino Unido. Cientos de pasajeros de los trenes de alta velocidad permanecieron casi cinco horas sin luz ni agua.
