Diari de Terrassa

El Terrassa no pasa del empate sin goles ante el Peralada

Tampoco en la segunda jornada llegó la victoria. Como mal menor, un Terrassa aún inmerso en plena pretemporada y al que le falta mucho para alcanzar el nivel óptimo de forma, firmó un empate sin goles en su estreno en el Olímpic ante el Peralada. Ambos equipos han dejado escapar ya cinco puntos en dos jornadas. 

Quedó claro ante el Peralada que a este nuevo Terrassa le faltan todavía muchas cosas por pulir y muchos automatismos por adquirir. El equipo, sin embargo, experimentó una evidente progresión en relación a la paupérrima imagen ofrecida la semana anterior en el Nou Sardenya. Dio el equipo la sensación de que progresa, de que sus futbolistas van asumiendo poco a poco lo que tanto su entrenador como sus aficionados esperan de ellos. Fue el del domingo uno de esos partidos que, como gusta decir Rexach, con un poco de suerte se ganan y con un poco de mala suerte se pierden. Al final todo quedó en un empate sin goles que hizo justicia a lo que propusieron tanto los locales como los de Arnau Sala.
Escasearon las ocasiones, predominó la indefinición y el punto se leyó de forma positiva desde ambos banquillos. Para el Terrassa debe ser una rampa de lanzamiento hacia la primera victoria, que todo el mundo espera que llegue el domingo en el campo de un Manlleu que derrotó a domicilio al Granollers y aún no conoce la derrota.
El Terrassa saltó al campo con grandes dosis de ilusión. Firmó un primer cuarto de hora más que aceptable, pero luego se fue diluyendo, cayendo en una apatía que sólo se explica por la falta de recursos físicos de sus jugadores. Por segunda semana consecutiva, Pirri contó con dieciséis futbolistas justos. Las bajas en defensa le obligaron a ubicar en el lateral derecho a un Josep Casasayas que cumplió con creces aunque careció, obviamente, de profundidad. Delante brilló más que nadie Xavi Boniquet, que entró en el once por la izquierda, relegando a Aarón Bueno a la derecha y dejando en el banquillo a Ángel de la Torre. Miki Martínez continuó llevando la manija en el centro del campo. Volvió a demostrar que está lejos de su mejor forma. Anduvo lento en la elaboración e impreciso en el corte. Este domingo, el equipo intentará seguir mejorando en su visita al campo de un Manlleu que ha comenzado fuerte.
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