En un concesionario de la avenida de Can Jofresa llamaron el pasado viernes al 112 informando de que había un enjambre de abejas en el interior de un coche que habían dejado en el establecimiento. Cuando acudió la Policía Municipal, los agentes comprobaron que el origen del enjambre estaba situado en el patio superior del concesionario de coches. La policía llamó a un apicultor para solucionar el problema.