Según la Campanya contra el Quart Cinturó (CCQC) la nueva vía tendrá un alto impacto ambiental en las zonas por las que pasa. Así, desde la entidad afirman que su construcción significaría la perdida irreversible -por ocupación o fragmentación- de la mayor parte de los espacios agrícolas y forestales de las comarcas, a la vez que prepararía el terreno para que "la especulación terminara de destrozar unos paisajes tejidos por siglos de historia". Por otro lado, según la entidad, en un estudio preliminar encargado por el Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente (MOPTMA) se destacaba que la edificación del IV Cinturó afectaría directamente a la integridad de tres parques naturales: Sant Llorenç del Munt i la Serra de l’Obac, Montnegre i el Corredor y el Montseny. En el mismo informe se destacaba que la vía sería una barrera para las migraciones de la fauna, que modificaría los cabales de los ríos, que haría aumentar notablemente la contaminación atmosférica y de las aguas subterráneas por gases y partículas y que también destrozaría zonas con importantes yacimientos arqueológicos.
En cuanto al impacto socioeconómico, la Campanya afirma que será "especialmente duro en determinados puntos del recorrido", como el barrio de Can Trias de Viladecavalls o Abrera y Sant Celoni. Y añade que en los municipios vallesanos y del Baix Llobregat se crearían suburbios hasta convertirse en un continuo urbano que pasaría a ser "el gran suburbio de Barcelona".