Diari de Terrassa

El aumento de alumnos de ESO obliga a crear más líneas y plazas

El sector educativo se enfrenta a un cambio de ciclo. Diez años atrás hubo que invertir a marchas forzadas para incrementar las plazas de preescolar, infantil y primaria debido al crecimiento de la natalidad y de la inmigración y ahora hay que aumentar las plazas de la secundaria obligatoria (ESO) para acoger a las numerosas promociones de 6º de primaria que salen de las aulas.

El curso 2014-15 se cerró en junio con 8.764 alumnos de ESO, lo que representa un incremento de un 8,4 por ciento con respecto a cinco años atrás (8.024 alumnos). Por sectores, la pública es la que registra un crecimiento más notable. Los centros del departamento de Ensenyament acogieron el curso pasado a 4.434 estudiantes en esta etapa (3.628 en 2009-10) mientras que la concertada matriculó a 4.330 frente a los 4.396 de cinco años atrás.

Datos globales cuyo mayor indicador es la demanda para estudiar el 1º curso de ESO. En la estadística se observa que el pasado curso hubo 2.240 chicos y chicas en primero, lo que supone un 6,8 por ciento más que hace cinco años. Esta matrícula se distribuyó en 1.133 alumnos en la pública y 1.107 en la concertada.

La demanda de más plazas en la ESO empezó en el curso 2009-10. Por aquel entonces el Ayuntamiento ya había previsto la cesión de terrenos para la construcción de nuevos centros públicos, especialmente en zonas y barrios que crecieron con nueva oferta residencial y de servicios como Roc Blanc, Can Roca, Torresana, Les Arenes, La Grípia y Can Montllor.

Plazas para la secundaria
El primero que se abrió fue el Institut (INS) Mont Perdut en la zona de Montserrat y Les Arenes, y después le siguieron Les Aimerigues y Can Roca. El INS Mont Perdut inició su rodaje en el curso 2009-10 por lo que en junio pasado graduó su primera promoción de bachillerato. Este centro público arrancó de manera provisional en la Escola Roser Capdevila de Torresana pero inauguró edificio de nueva planta dos años más tarde. Les Aimerigues y Can Roca no han tenido tanta suerte. El primero empezó su actividad hace cuatro cursos en la Escola Germans Amat de La Maurina. Con esta escuela ha compartido instalaciones hasta el curso pasado. Les Aimerigues necesitaba más espacio (el próximo curso empieza el bachillerato) y Ensenyament aceleró el cierre de Germans Amat ya anunciado. El de Can Roca inició su andadura hace tres cursos en módulos provisionales en la avenida de Béjar y cada año se instalan de nuevos para dar respuesta al crecimiento natural.

Los proyectos de estos institutos han coincidido en tiempos de recortes en la educación por lo que el departamento ha fijado sus prioridades en el día a día y no tanto en la construcción de nuevos centros. Es sabida la respuesta que ha dado muchas veces la consellera Irene Rigau al respecto diciendo que lo importante es la tarea que se realiza dentro del aula y no el edificio. Con todo, Ensenyament, siendo consciente de la necesidad de estos proyectos, inició hace un año los trámites para su ejecución. En este momento, los institutos Les Aimerigues y Can Roca disponen de presupuesto para la realización de sus obras. Son 13, 1 millones de euros, de los que 6,2 son para Les Aimerigues y 6,9 para Can Roca. La partida se ha transferido a Gisa, la empresa de infraestructuras de la Generalitat que será la encargada del proceso de adjudicación y realización del edificio. Queda pendiente cuándo se pondrá la primera piedra. Baulenas ha reiterado que no se puede avanzar una fecha en el calendario pero también ha garantizado que el proceso no se paralizará.

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