Por mucho que, ladinos ellos, intercambiasen sus posiciones y ella se pusiese al volante, y él de copiloto, justo después de un accidente, los testimonios de varias personas servirán a la Policía Municipal para poner las cosas en su sitio; esto es, a cada ocupante del coche en su lugar. El automóvil circulaba el jueves por la calle de Magallanes, en Can Boada, y se estrelló contra varios vehículos estacionados, y se dio a la fuga. Luego resultó que el conductor tenía el carné suspendido. Está imputado.
Eran las cero horas cuando un testigo contactó con la Policía Municipal para alertar de la huida de un coche luego de colisionar contra otros estacionados en la calle de Magallanes. Otras personas comunicaron a la policía más detalles del asunto: el coche que se había dado a la fuga era un Peugeot 207 conducido por un hombre que justo después de los choques había intercambiado su posición en el vehículo con una mujer, que se había puesto al volante.
Unos agentes constataron el accidente y acabaron localizando el automóvil escapado. Estaba en la calle de Santa Maria Mazzarel·lo y, en efecto, lo manejaba una mujer. Y en el asiento del copiloto viajaba un hombre. Los guardias identificaron a uno y otra. Y cada cual se verá inmerso en un procedimiento sancionador. Ella, la conductora ocasional, fue denunciada por marcharse del lugar del accidente sin facilitar datos, lo que constituye infracción administrativa.
Y a él le han abierto diligencias penales: está imputado por un delito contra la seguridad del tráfico porque, como comprobaron los agentes, tenía el carné suspendido por orden judicial. La policía pudo abrir esas diligencias penales gracias a los testimonios del accidente que aseguraron que el individuo conducía el coche.