Los bañistas que acuden durante el verano a la piscina del Parc de Vallparadís coinciden en la calidad y el buen estado de las instalaciones, así como en la profesionalidad de los trabajadores y el ambiente agradable. "Las instalaciones son excelentes. Vengo desde que se abrió, en 1999, y cada año repito porque estoy muy a gusto. Además, los vigilantes y el personal en general son muy simpáticos y atentos", indica Gemma Soler, una de las usuarias. Algo en lo que coinciden los hermanos Mª Pilar y Oscar Javier Pérez: "Aquí estamos muy bien y por eso hace ya varios años que venimos. Además, todo está muy limpio y bien cuidado". Los ciudadanos también remarcan que por la mañana se está más tranquilo que por la tarde. "A partir de las cuatro, que la entrada es más barata, la piscina se llena de esplais y otros ciudadanos que aprovechan la bajada del precio", subraya Domingo Carrón. No obstante, todos opinan que hay "muy buen ambiente" según palabras de los hermanos Pérez. Además, Gemma Soler afirma que "sin toda esa gente que viene por las tardes, la piscina no se podría sostener".
Pero también hay quejas. La principal es la prohibición de fumar dentro de las instalaciones, que entró en vigor hace dos años. Para Lina López, una bañista que acude desde hace seis años a Vallparadís, "se debería habilitar una zona para fumadores, como ya había hace un par de años. En la zona del bar, por ejemplo, porque es como una terraza al aire libre. Si no, nos obligan a salir cada vez, y yo que vengo con niños es muy aparatoso". Lina reclama que el Ayuntamiento considere la instalación como recreativa y no como deportiva, ya que piensa que "la gente aquí no viene a hacer deporte sino a pasarlo bien". Por otro lado, Gemma Soler confiesa que hace años pide el establecimiento de un reloj "bien grande para que la gente podamos saber la hora en todo momento", aunque de momento su petición no se ha materializado.