Desde hace décadas, cada 10 de agosto un grupo de personas vinculadas a la parroquia de Sant Joan de Matadepera organiza en La Mola la Festa de Sant Llorenç, coincidiendo con que ese día es la celebración del santo, el cual, según cuenta la tradición religiosa, murió como un mártir en una parrilla, donde fue quemado vivo. Este año no fue menos y a lo largo de la mañana de ayer se volvió a celebrar la fiesta del santo que da nombre a la montaña de Sant Llorenç.
En esta ocasión asistió una cincuentena de personas a la celebración, que consistió primero en una misa en el Monestir de Sant Llorenç y después en una breve procesión con la imagen del santo por la cima de la montaña, para acabar con una degustación de coca (estaba realmente rica) y vino dulce servido en porrón.
A diferencia del año pasado, en que la misa estuvo oficiada por un solo mosén ya que al caer la celebración en domingo los religiosos que suelen asistir tenían compromisos en sus respectivas parroquias, ayer se sumaron a la liturgia hasta siete curas. La misa estuvo oficiada por el rector de la parroquia de Sant Joan de Matadepera, David Abadias (llevaba seis años sin presidirla), al que acompañaron el rector de la parroquia de Sant Cristòfol de Terrassa, Joan Làzaro; el carmelitano Gaspar Boada; el rector de la basílica de la Sagrada Família de Barcelona, Lluís Bonet; el escolapio Antoni Beltran (que ofició la misa en solitario el año pasado); el rector de la parroquia de San Pere i Sant Pau de El Prat de Llobregat, Josep Maria Domingo, y el rector de la parroquia de Sant Cosme de la misma población, Lluís Portabella.
Procesión
A la misa, donde no faltaron las alabanzas y los gozos al santo, siguió la procesión por la cima de la montaña. En esta edición fueron las mujeres las que portaron la imagen del santo (cada año esa función se alterna entre hombres y mujeres), para acabar la procesión en la parte trasera del monasterio cantando los participantes el “El Virolai” mirando hacia Montserrat.
Llevaron la imagen del santo las terrassenses Montserrat Fainé y Maria Teresa Masdeu y las matadeperenses Maria Antonia Carreras y Mireia Solsona (alcaldesa de Matadepera). Tanto Fainé como Masdeu era la primera que llevaban al santo sobre sus hombros, mientras que para Solsona era la segunda. Todas coincidieron en la ilusión que les hizo transportar la figura y todas repitieron la misma frase: “Me he emocinado”.
Este año hubo dos novedades relacionadas con el transporte y la organización. Así, por primera vez desde que viene celebrando la Festa de Sant Llorenç se habilitaron tres vehículos (dos de la ADF de Matadepera y uno del Ayuntamiento) para ponerlos a disposición de las personas que lo necesitasen con el fin de realizar el trayecto que va desde Can Robert hasta Can Poble y viceversa.
Respecto a la organización, este año se ha renovado la junta del grupo de personas que promueve la celebración. Sus impulsores, Antoni Garcia “Pintoret”, Rosendo Font, Elies Soriguera y los desaparecidos Antoni Serra y su mujer Teresina Riba, pasaron el relevo a Miquel Talló, Gemma Gimferrer, Quico Closa, Marcel·lí Bosch y Ferran Garcia. Apuntar que en la misa hubo plegarias para los fallecidos Antoni Serra y su mujer Teresina Riba.
Sobre el estreno en esta edición de la nueva junta, mosén Abadias sólo tuvo palabras de elogio: “El relevo ha sido fácil porque ya formaban parte del equipo y además se han puesto al frente con muchas ganas e ilusión”, valoró el párroco al respecto.