Rebasó semáforos en fase roja y ocasionó destrozos a su paso, y generó espanto entre peatones y conductores. Pudo ser peor, pues nadie resultó lastimado a pesar de que la autocaravana causante de los estropicios llegó a circular, según testigos, por el paseo central de la Rambla d’Ègara. Ocurrió ayer. El conductor, francés, como la matrícula del vehículo, fue trasladado a Mútua Terrassa. Dio negativo en alcohol y drogas, pero quedó ingresado debido a una supuesta alteración psiquiátrica.
Todo empezó a las ocho de la mañana, y seguramente por ello, por la franja horaria, por el bajo número de transeúntes y vehículos que entonces transitaban por las calles, no hubo desgracias personales. A las ocho, pues, fue avisada la Policía Municipal: una autocaravana ascendía, desbocada, por la Rambla d’Ègara. Había entrado en el tramo central, en el paseo, y golpeó una farola, haciendo caer la tulipa. Y siguió su periplo ascendente, y accidentado. Otro conductor seguía sus pasos e informaba de ellos a la policía.
Arribó la autocaravana a la altura del Centre Cultural, golpeando papeleras y otros elementos del mobiliario urbano, y continuó por la avenida de Josep Tarradellas (allí paró unos segundos), y por la del Abat Marcet, sin detenerse ante semáforos en rojo. Unos agentes alcanzaron el vehículo en la avenida de Jaume I, cerca de la esquina con la calle de Prat de la Riba. Allí terminó su recorrido alocado.
Atrás dejó una veintena de destrozos, según fuentes policiales. Los guardias hicieron al conductor, de 52 años y nacionalidad francesa, la prueba de alcoholemia. El resultado: negativo, como el del test de drogas. El hombre, al que los agentes intervinieron una pistola detonadora, fue trasladado a Mútua Terrassa. A media tarde los médicos que lo atendieron dictaminaron su ingreso en una unidad psiquiátrica. La policía realizó gestiones para intentar localizar a la familia del paciente, natural de Niza.