Bernat Chueca, como representante de la CUP, afirmó que el pacto sociovergente ha hecho que “el PSC pierda la decencia progresista que le quedaba. Ambas formaciones se salvan mutuamente, PSC salva su silla y CiU puede acceder a ellas”. La formación considera que el acuerdo implica a dos grupos políticos “perdedores y con proyectos caducos. Por un lado, un PSC perdedor de concejales e influencia consigue hacer un pacto para mantenerse en el poder. Por el otro, una CiU que se ha desplomado en votos esconde su batacazo electoral y llega al poder”. Chueca manifestó que al gobernar con Convergència, el Ayuntamiento virará hacia la derecha. “Esta evolución resulta evidente viendo que CiU ocupará la segunda tenencia de la alcaldía de Promoció Econòmica, de forma que intentarán impulsar un modelo neoliberal”. Chueca se mostró preocupado con que la entrada a la AMI termine siendo “papel mojado” y sentenció que con el pacto, CiU hace pasos hacia el no.
