El concejal de Deportes del Ayuntamiento, Alfredo Vega, ha manifestado su preocupación por la viabilidad económica del proyecto que impulsa Jordi Cuesta en el Terrassa FC, después de que en el último pleno municipal se aprobase una propuesta de resolución presentada por el grupo municipal de Terrassa en Comú que varía el escenario previsto en las condiciones de la concesión del Camp Olímpic a la entidad. El equipo de gobierno había manifestado su voluntad de no imponer ningún canon económico al nuevo propietario por el uso del estadio, además de seguir asumiendo una parte de los costes de mantenimiento de la instalación y sus suministros. "Es el mismo trato que tienen el resto de clubs de la ciudad", ha manifestado Vega. Sin embargo, la propuesta aprobada en el pleno con el voto contrario del PSC va en dirección opuesta y condiciona la concesión de uso del Camp Olímpic a que no suponga ningún gasto para el Ayuntamiento, incluyendo los relacionados con el funcionamiento ordinario de la instalación.
Condiciones
Ese es el primero de los cuatro puntos de la resolución aprobada y que deben ser contemplados en el convenio definitivo que se firme de cara al futuro. Actualmente el Ayuntamiento ha concedido una licencia provisional al Terrassa FC hasta el 31 de octubre como máximo o hasta que con anterioridad se formalice el nuevo convenio, que tendría una duración de cuatro años con una revisión al final de cada ejercicio. El segundo punto hace referencia a que la concesión del estadio no tenga carácter de exclusividad para la sociedad concesionaria; el tercero condiciona la concesión a que la sociedad garantice las inversiones necesarias para el mantenimiento adecuado de todas las instalaciones que se utilicen; y el cuarto condiciona la concesión a un mecanismo de rendición de cuentas, con la periodicidad que sea necesaria para garantizar un adecuado control de la sociedad concesionaria.
Todo ello supone un cambio de notable calado en relación a las obligaciones económicas de la nueva propiedad del Terrassa FC. "Espero que podamos reconducir la situación, porque en caso contrario el Terrassa FC será inviable", ha señalado Alfredo Vega. "Hay que entender que los nuevos propietarios no han venido a hacer negocio. Y que han realizado una inversión importante para pagar la deuda. Lo que podría pasar si se le impone ese convenio es que digan que se marchan." Vega señala que las nuevas condiciones "suponen una discriminación para el Terrassa en comparación con otros clubs de la ciudad" e incluso entiende que "son abusivas" por parte de una administración.
La semana pasada el alcalde, Jordi Ballart, dijo en la visita que efectuó al Camp Olímpic que la administración municipal mantendría las ayudas al club asumiendo el gasto de los suministros y adelantó que se invertiría este verano en la mejora de unas instalaciones que muestran deficiencias derivadas de la falta de mantenimiento. "No tengo intención de suspender esas actuaciones", ha señalado el concejal de Deportes. "El estadio es patrimonio de la ciudad y hay que hacer esos trabajos."
En base a ese nuevo escenario, Vega considera que es preciso hacer mucha pedagogía entre los grupos municipales para reconducir la situación. El presidente del Terrassa FC, Jordi Cuesta, ha añadido que a partir del mes de septiembre hablará con los grupos municipales.
Control
Marc Grau, portavoz de Terrassa en Comú, explicó en el pleno que la propuesta se presentaba con la voluntad de corregir los errores que se habían producido en el pasado. Grau recordó que la gestión del anterior propietario provocó una deuda importante e incidió en una mala imagen para la ciudad. Y apostó por un cambio en el modelo de club que sea más cercano a la ciudad y a sus clubs con el fin de proyectar una buena imagen. "El cambio de manos entre inversores no resuelve el problema", señaló.
Terrassa en Comú sostiene que es preciso establecer una serie de mecanismos de control y condiciones de concesión para garantizar una correcta utilización del estadio. Grau dijo en el pleno que el Ayuntamiento aporta 187.000 euros anuales por el uso del estadio por parte del primer equipo. "Es un gasto muy importante", señaló. Y añadió que perdonar la aportación económica del club supone "asumir la deuda y eso no se puede hacer con una sociedad anónima".