Dos minutos más tarde, el tren llegó a la parada Terrassa Estació del Nord. Los únicos dos viajeros que subieron fueron Laura Vilaseca y Kilian Gregorio, una pareja que iba cargada con voluminosas maletas. "Nos dirigimos al aeropuerto porque ha coincidido que nos vamos de vacaciones a México", explicaba Vilaseca, que no escondía su satisfacción por tener un día como ayer una estación de FGC cercana a casa.
La segunda parada del trayecto fue en la tercera de las nuevas estaciones, Terrassa Vallparadís Universitat. Allí subieron dos personas más. Hilda Benavides se dirigía a Sant Cugat, pues trabaja en una cafetería situada precisamente en la estación de FGC de la ciudad vecina. "Yo lo cojo cada día a esta misma hora pero antes tenía que ir andando hasta la Rambla", explicó Benavides. La otra usuaria que subió en Vallparadís fue Teresa Prat, que se dirigía al aeropuerto para volar a San Sebastián, ciudad donde está trabajando su marido. "Sabía que era el primer viaje de la prolongación de la línea y casualmente era en el horario que me iba bien", afirmó Prat.
Ocho minutos después de salir de Can Roca, el viaje inaugural llegó a la Rambla. Allí esperaban como cada día los usuarios habituales de la línea. La única diferencia que encontraban ayer es que por primera vez el tren ya venía con pasajeros a bordo.
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