No es nada habitual ver una manifestación encabezada por perros y, menos aún, por pitbulls y perros de las razas consideradas peligrosas. Sin embargo, el pasado domingo más de un millar de personas se congregaron en el Jardí de les Percepcions del Parc de Vallparadís.
Se trataba de la tercera caminata mundial en apoyo de este tipo de perros, que se celebraba de forma simultánea en ciudades como Madrid Bilbao o Málaga y en países como México o Argentina. La marcha de Terrassa estaba organizada por la asociación Improcan, creada hace poco más de un año. En la marcha los propietarios de estos perros defendían la imagen de los canes de determinadas razas que, en ocasiones, son rechazados por su aspecto y su tamaño.
“No existen las razas de perros peligrosos, sino dueños irresponsables”, explicaba Verónica Bris, miembro de la junta de Improcan. Y la verdad es que la marcha avalaba sobradamente sus afirmaciones. Ni se escuchó ni un sólo ladrido en la caminata, pese a la presencia de centenares de canes que marchaban alegremente junto a sus amos con un pañuelo en el cuello que rezaba: “Somos víctimas, no asesinos”.
“Esta iniciativa nació en México y con ella se quiere mostrar que estos perros, considerados potencialmente peligrosos, no son los que dicen de ellos. Al contrario. Son perros muy nobles y juguetones. Queremos que la sociedad los mire con otros ojos”, afirmaba Bris mientras gritaba a través de su megáfono: “¡Perros potencialmente cariñosos!”
Entre los manifestantes, se encontraban apasionados de los perros procedentes de toda la provincia de Barcelona. Entre ellos se encontraba Laura Puertas, que acudía acompañada de seis canes. “Es una vergüenza lo que pasa con estos perros. Yo lo noto cada día. La gente se coge hasta los bolsos cuando pasas a su lado. Parece que estás paseando a un asesino”, explicaba esta vecina de Santa Coloma.
