Los problemas estomacales, a causa de cambios notables en la comida y la ingestión de alimentos no habituales en nuestra dieta, están a la orden el día durante los viajes de vacaciones. Así, por ejemplo, se denomina "diarrea del viajero" a los trastornos que pueden ocurrir cuando algunos gérmenes desconocidos entran en contacto con nuestro organismo. Suele aparecer a los dos o tres días de la llegada a otro país, especialmente si se trata de unos lugares cuyos hábitos alimenticios son muy diferentes a los nuestros.
Para prevenir la diarrea del viajero, el Grupo Zambon, ofrece varias recomendaciones, como beber sólo agua y bebidas embotelladas, no tomar bebidas con hielo, no ingerir alimentos crudos ni salsas, evitar comprar bebidas o alimentos de vendedores ambulantes, no consumir carne cruda o poco cocida (y lo mismo en el caso de los mariscos), y no comer frutas con piel ni verduras crudas.
También se aconseja consumir alimentos cocidos o asados, porque el calor mata las bacterias. Además, hay que tener cuidado con el agua usada para infusiones, ya que habitualmente está solo calentada. Antes de tomarla, como mínimo hervir el agua de tres a cinco minutos. Por otro lado, es bueno lavarse los dientes con agua embotellada.
Durante las molestias estomacales habrá que cuidar la alimentación y evitar la deshidratación. La deshidratación es especialmente peligrosa en los niños por lo que hay que tener una cuidado especial en este grupo de población.
Lo ideal será beber de 8 a 10 vasos de líquidos claros cada día (agua embotellada o una solución rehidratadora), y seguir una dieta blanda para proteger nuestro estómago.