El líder del PSOE, Pedro Sánchez, pidió ayer no caer en la "trampa" del presidente catalán, Artur Mas, de situar en un mismo bando a los contrarios a su lista para el 27S y tendió la mano al nacionalismo catalán "moderado", que es "bueno" que en el futuro participe de "la gobernabilidad de España".
Ante la hoja de ruta de la candidatura ‘Junts pel sí’ que integran CDC, ERC y entidades soberanistas, Sánchez advirtió del riesgo de "fractura social" si ganan el 27S, pero aseveró que no va a permitir "ningún desafío a la legalidad", y recalcó que el PSOE no va a enfocar el problema "desde la confrontación" y la "tensión" sino desde el "diálogo y el consenso".
En su intervención en el almuerzo informativo Barcelona Tribuna, Sánchez advirtió de que el proceso independentista puede "agitar ánimos" pero "no responde ni resolverá los problemas reales" de los catalanes. "Las elecciones plebiscitarias conducirán a la fractura social y política, a incrementar la frustración, a profundizar el enfrentamiento entre catalanes entre sí, […]entre catalanes y españoles", afirmó.
Sánchez avanzó que si tiene la oportunidad de gobernar, pedirá que se incorporen los "nacionalistas moderados" a la "gobernabilidad y gobernanza" de España.