Terrassa

“Los problemas crecen”

En la época en que se llevaban las hombreras, los llevables portacasetes y Mecano anunciaba con un rotundo éxito que no había marcha en Nueva York, el imberbe de Kirk Cameron forraba las carpetas de centenares de adolescentes en España. El actor, entonces carne de cañón de la revista "Super-Pop" y sus pósters de las páginas centrales, interpretaba al insensato personaje de Mike en "Los problemas crecen", una icónica comedia de situación de finales de los ochenta.

Emitida durante años por TVE (en la primera cadena de la tele pública y, sobre todo, en La 2), la serie contaba con un total de siete temporadas y narraba la vida de una familia neoyorkina de clase media residente en el barrio de Long Island.

El hilo conductor de la "sitcom" era la decisión de Maggie Malone, la rubia madre, de volver a trabajar como reportera tras quince años de abnegada dedicación a sus hijos (entre los que estaba el bueno de Cameron). El marido de Maggie, Jason, pasaba entonces a ejercer su profesión de psiquiatra en casa. Carol, empollona y responsable, parecía la justa antítesis de su hermano Mike. Mientras que el pequeño Ben era el aprendiz ideal de granuja. Una exitosa pócima televisiva.

Los segundos fueron al final los primeros
Pequeñas estrellas de Hollywood. Aún no le había llegado la disparada popularidad que la película "Titánic" le reportó. De hecho, sólo era un niño cuando Leonardo DiCaprio apareció en "Los problemas crecen". Hacía de Luke, un "chaval" problemático al que los Seaver adoptaban. También Brad Pitt se dejó ver en algunos capítulos de la serie.
Del cénit al olvido. Aunque algunos actores secundarios de la comedia de situación acabaron por triunfar en el cine, el resultado fue bien distinto entre los personajes protagonistas. Curioso es el caso de Kirk Cameron, que tras gozar de una notable proyección televisiva, desapareció de escena. Con los años, el actor se convirtió en un cristiano militante que rodó varias películas de temática religiosa.
Los problemas de Carol. Ya durante la grabación de la serie, la hija modélica de la familia Seaver sufría trastornos alimenticios, hasta tal punto que en varias ocasiones tuvo que abandonar el rodaje para ser hospitalizada. En 2004 fue arrestada por conducir ebria.

To Top