Terrassa

Por su disfrute

Durante más de cincuenta años, Salvador Alavedra, gran melómano, asistía a conciertos de música y clásica y jazz provisto de una cajita de lápices y un cuaderno, para dibujar allí, en la oscuridad de la sala, a los intérpretes. Lo hacía sin otro motivo que su propio disfrute. La exposición "Salvador Alavedra. El dibuix i la música", comisariada por uno de sus hijos, Ricard, presentó una selección de los muchísimos "dibujos de conciertos" que realizó. Alavedra los guardaba todos en carpetas, anotando las fechas y junto con los programas de esos conciertos, lo que añade, al valor artístico, el documental. Para este otoño, Amics de les Arts tenía una preparación otra exposición, más amplia, de Alavedra.

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