Uno de los grandes caballos de batalla de los últimos tiempos ha sido la concesión de uso del Camp Olímpic, a la que aspiraban tanto el proyecto de Jordi Cuesta, como el fútbol base y Wospac cuando anunció la compra de la sociedad anónima. Ahora el escenario es distinto y la compra del club por parte del grupo de Cuesta les permite contar de forma casi exclusiva con dicha instalación. Según fuentes municipales, la próxima semana semana se podría firmar una autorización provisional con el fin de que los nuevos gestores puedan empezar a trabajar en el estadio. Pero la autorización definitiva se aplazaría hasta el mes de septiembre, dado que la misma debe ser aprobada por la junta de gobierno municipal a través de un nuevo convenio. El Terrassa FC debe presentar un conjunto de documentación que ha solicitado la administración municipal para concretar las condiciones definitivas. En todo caso, el Ayuntamiento no ha aclarado si apliacará a los nuevos gestores el cánon económico que en su momento anunció para Txuma Peralta, ni tampoco qué régimen de explotación regirá para la concesión de los bares del estadio que hace meses que están cerrados tras retirarle la concesión al anterior propietario. En su momento se habló de la posibilidad de convocar un concurso público a este efecto, extremo que no parece estar resuelto todavía al menos de un modo oficial. El equipo de Cuesta quiere aterrizar cuanto antes en el Camp Olímpic para trabajar ya en aspectos tan fundamentales como la inscrición de jugadores para el fútbol base, la campaña de socios o todos los asuntos administrativos que se derivan del inicio de una etapa en la que están previstos muchos cambios.