El nuevo alcalde de Vacarisses, Toni Masana (ERC) -que gobierna junto al PSC y Movem Vacarisses-, se ha rebajado el sueldo más de un 30% en relación a lo que cobraba su antecesor, Salvador Boada (UIPV), y además ha aumentado las horas de dedicación, con una dedicación exclusiva frente a la parcial del anterior primer edil. Salvador Boada tenía un salario fijo de 53.200 euros brutos anuales por un 63% de jornada laboral, mientras que ahora Masana cobrará en torno a los 37 mil euros brutos anuales con una dedicación de 42,5 horas semanales, explicó ayer el nuevo alcalde.
“El sueldo del anterior alcalde estaba sobredimensionado”, afirmó ayer el primer edil republicano, quien añadió que el suyo -cobrará menos y dedicará más horas al cargo- “se adapta mejor a la realidad del municipio y sigue las recomendaciones sobre retribuciones a alcaldes de la Associació Catalana de Municipis y la Federació de Municipis de Catalunya”. Masana también aumenta sus responsabilidades en comparación con el anterior alcalde: Boada llevaba en el mandato pasado la concejalía de Hacienda, mientras que con el nuevo cartapacio Masana se hará cargo de cuatro: Infancia (de nueva creación), Juventud, Políticas de Igualdad (antigua regidoría de Mujeres) y Seguridad Ciudadana.
Aparte de Masana -que es licenciado en Historia y se ha pedido una excedencia de un año en el Institut Castellet de Sant Vicenç de Castellet donde trabaja como profesor-, la concejal Laura Sánchez (PSC) también tendrá dedicación exclusiva y cobrará menos que los concejales del anterior equipo de gobierno que poseían esa condición. Así, la regidora socialista, que llevará las áreas de Movilidad Territorial y Servicios Municipales, cobrará 33 mil euros brutos anuales, frente a los 38 mil euros brutos anuales de la legislatura anterior por la dedicación exclusiva.