Terrassa

Amaia se entregó y deslumbró con su trabajo más íntimo

Cercana, romántica, rebelde, entregada… Tenía muchas ganas de reencontrarse con su público en Terrassa, (dijo) el mismo que le ha seguido los pasos con La Oreja de Van Gogh o más jóvenes que la han descubierto como cantante en solitario. Hacía 14 años que Amaia Montero no pisaba la Festa Major de Terrassa, desde aquel baño de multitudes del 2001 y su retorno no pudo ser más feliz. Unas diez mil personas, según aproximaciones oficiales, presenciaron el concierto estelar del sábado de Festa Major en el Parc dels Catalans. El público, nutrido de miles de fans, se rindió al recital de la cantante irundarra y pudo escuchar en directo los temas de su tercer trabajo en solitario “Si Dios quiere, yo también”.

Puntual y con gran vitalidad, Amaia Montero apareció en escena vestida con un look muy rockero, con botas y una cazadora de la que prescindió a los pocos minutos. Y abrió el fuego con dos cortes de su nuevo trabajo: “Contigo no me voy” y “Fuiste algo importante” que sus fans recibieron con aplausos y elogios.

Mientras sus jóvenes seguidores se agolpaban en las primeras filas, haciendo peligrar en algunos momentos la barrera de seguridad, la artista vasca desplegaba toda su energía vocal. Amaia posee una voz inconfundible que atrapa y la hace destacar en el panorama del pop actual. No quiso renunciar a su pasado con La Oreja de Van Gogh y cuando echó mano del “Deseo de cosas imposibles” (el tercer tema de la noche) muchos corearon la letra, incluidos niños muy jóvenes. También versionó otras piezas de la banda donostiarra como “Me abrazaría al diablo” o “La canción más bonita del mundo” que corearon sus seguidores con entusiasmo.
Con un directo impecable y vibrante la artista hizo viajar a su público a una noche de promesas, deseos de volver, amores rotos y buenos momentos. Cada uno de sus discos retrata un momento, como explicó en la entrevista que publicó el sábado este diario.

Momentos especiales
Durante la dulce velada sonaron temas importantes de su último disco, como el single “Darte mi vida” o también de su primer álbum “Amaia Montero”, como “Cuatro segundos”.
La guipuzcoana, muy cercana siempre a sus fans, paseó por sus composiciones más recientes desde canciones pop a baladas más intimistas. Y uno de los momentos más especiales y románticos de la noche llegó con “Cuando canto”, que interpretó sentada muy cerca de las primeras filas.

A medida que avanzaba la noche la cantante vasca siguió desgranando cortes nuevos, como “Madrid-Ipanema”, “Todo corazón” o “Im-Possible” y revisó otros de su segundo trabajo en solitario: “Caminando” o “Tu mirada”( de “Amaia Montero 2”). Ella repartió besos y miradas, mientras coreaban su nombre y una de sus fans le obsequió con una pieza de ropa (un foulard.)
Y llegaron las despedidas. La cantante esperó hasta el último momento para interpretar y volver a enamorar con sus “Palabras”, hacia las 2,15 de la madrugada. Pero ante la insistencia del público reapareció con un apoteósico “Puedes contar conmigo”. Amaia quiso y Terrassa también.

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