Los termómetros marcaban 37 grados cuando al mediodía empezó la fiesta del agua en el Parc de Vallparadís, escenario habitual de la Festa Major Infantil. Quizás fue la actividad más esperada y deseada porque era el momento para que los asistentes que aguantaron estoicamente el intenso calor se refrescaran a conciencia. Las sombras bajo los árboles y cualquier recodo donde no tocase el sol fue durante la mañana bienvenido para apearse unos instantes del paseo y descansar. No obstante, para los niños las elevadas temperaturas no representó ningún problema y participaron activamente en los trece talleres, los ocho puntos de juegos gigantes, las cuatro actividades deportivas y las obras de teatro en los puntos habilitados por la organización desde la zona de las Esglésies de Sant Pere hasta el anfiteatro de las Hortes dels Frares, cercano al puente de la avenida de Jacquard. Los consejos dictados por la Generalitat ante las elevadas temperaturas fueron cumplidos por los adultos, que protegieron a los niños con gorra, crema solar e hidratación constante con agua. Unas sugerencias que ha recordado Xuli-Vert, el personaje central de la fiesta, y los miembros de la Creu Roja, a lo largo del día de hoy.